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Antonio Rivero, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid
17/01/2023 La Escuela Central de Gimnástica
Fue en 1879, cuando se promovió una iniciativa en el Congreso pidiendo la implantación de la gimnasia como asignatura oficial en los centros de enseñanza secundaria. Fernando de Gabriel, entre otros diputados, presentó un proyecto de ley en aquella dirección. A pesar de esta iniciativa, durante dos años nadie volvió a preocuparse de este tema.
Pero el 31 de octubre de 1881, Manuel Becerra, reprodujo la proposición apoyándola con un encendido discurso, exponiendo los beneficios que la gimnasia producía en otros países y aludiendo a la figura de Francisco Amorós como gloría nacional desaprovechada. El Ministro José Luis Albareda, responsable de la instrucción pública, también insistió en el valor patriótico que la educación física podría tener (Piernavieja, M, 1962). Lo significativo fue que ya en los primeros intentos de introducir la gimnasia y la cultura física en la enseñanza oficial tenía un significado regenerador, civilizador, de progreso y modernidad, evidente. La gimnasia aparecía como una actividad patriótica y beneficiosa; España debía seguir el ejemplo de los países más avanzados. El 9 de marzo de 1883 se declaró oficial y se ordenó la creación de la Escuela Central de Gimnástica. No fue hasta 1886 que se nombró una comisión compuesta por los médicos Mariano Marcos Ordax y Alfredo Serrano y por el profesor de gimnasia José Sánchez, que en dos meses procedieron a la confección de los reglamentos y programa de estudios, tal como fijaba la ley. Las clases en la Escuela Central comenzaron el 1 de octubre de 1887. Los locales alquilados para su ubicación estaban en la madrileña Calle de Barquillo, Nº14, actualmente el Nº 18 (Mayoral, A, 2014). Su director fue el doctor Ordax que, aquel mismo año, fundó y dirigió el periódico El Gimnasta. Le sucedió el Dr. San Martín. En 1892 una dura reestructuración presupuestaria retiró las 100.000 pesetas anuales que la Escuela Central tenía como subvención, por lo cual se cerró. Se titularon en ella 70 varones y 17 mujeres, pero se perdió la oportunidad de instaurar definitivamente la educación física dentro del sistema educativo escolar. Antonio Rivero, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid
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