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Marcos Moreno Cuesta
10/06/2013 Correcciones al deportista escolar
Recientemente presencié una conversación en la que un entrenador le decía al padre de uno de los niños que su hijo ejecutaba perfectamente diferentes técnicas dentro de su deporte. El padre le respondió que seguramente se debíal al hecho de que le corregía lo justo. Sinceramente considero que aquella fue una buena respuesta.
Todos sabemos que el deporte escolar cumple diferentes funciones relacionadas con la educación, la creación de hábitos saludables, la ocupación positiva del tiempo de ocio, la salud... y la competición puede (y sinceramente creo que debe) formar parte de todo eso. Pero como todo, bien entendida y aprovechando sus bonanzas. Sin querer entrar al valor de la competición, hay un aspecto de esta que tiene una gran importancia: La forma de relacionarse del entrenador con los deportistas escolares durante el hecho deportivo. Su papel es fundamental para que el niño aprenda, mejore, se motive y gran parte de esa relación se basa en la corrección que se realiza. En todos estos años he visto a muchos entrenadores dar órdenes a sus deportistas, corregir aspectos técnicos y he llegado a varias conclusiones. Posiblemente haya tesis doctorales al respecto, lo que escribo es mi experiencia como deportista, entrenador y padre. La forma de corregir denota la personalidad de los entrenadores: Los hay “voceras” que les gusta hacerse notar. Gritan, llaman constantemente a los deportistas, se colocan en lugares visibles. Si hay algún psicólogo entre el público, por favor que nos alumbre con el por qué. Los hay que hacen “correcciones” técnicas sin ningún tipo de valor: “Tienes que subir más alto”, en un salto de altura, o “dale mejor a la pelota” en un saque de tenis… ¿A qué vienen esos comentarios? ¿No hay nada más interesante que decir? Los hay que animan a sus chicos sin correcciones técnicas: “venga que tú puedes”, “ánimo campeón”…Considero que ese es el papel de los padres. Se puede y se debe animar pero que no se le olvide al entrenador cuál es su papel principal. Se utilizan terminologías difíciles de comprender, pero sinceramente creo que no por que el gesto técnico o la orden sea compleja sino por la necesidad de “hacerlo difícil”. Si lo que hace ese entrenador es fácil ¿Qué valor tiene? Lo veo muchos fines de semana. Soy entrenador y en muchas ocasiones no soy capaz de entender lo que se le quiere transmitir al deportista ¿La razón? o no he aprendido nada en estos años o hay entrenadores a los que les gusta demostrar todo lo que saben incluso por encima de la propia técnica deportiva y “lo que sale en los libros”, o eso es lo que creen. En realidad no conocen la técnica, no la han estudiado o si lo han hecho no la han comprendido y por lo tanto no la saben transmitir. O no saben ver, discriminar, que también puede ser. Magnifican detalles sin importancia y no se corrige lo verdaderamente necesario. En estos casos, el deportista no entiende lo que se le dice, no mejora (o lo hace lentamente) y, atención, se frustra. Sí, se frustra porque no lo entiende y no mejora. Por el contrario este tipo de entrenadores alimentan su ego, en ocasiones sin ser conscientes, con la frustración de sus deportistas. Las correcciones en el deporte escolar deben ser lo más sencillas posible. Toda técnica, táctica tiene unos aspectos básicos sobre los que se desarrolla el movimiento. Enseñémosles despacio, con instrucciones claras y sencillas, es la forma de que los más jóvenes (y no tan jóvenes) aprendan, mejoren y se motiven. Lo contrario lleva al abandono de la práctica deportiva. Si eres entrenador de chavales se discreto, prudente y que tus correcciones se entiendan. Estás educando. Marcos Moreno Cuesta (www.masrendimiento.es)
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