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Antonio Rivero, doctor en Geografía e Historia y Licenciado en CAFYD
06/03/2024 SXX: Universalización del deporte
El deporte se convirtió, desde principios de siglo, en sinónimo de modernización, entendido como una actividad novedosa, propia de las naciones influyentes, prósperas y civilizadas en los albores del siglo XX. Pronto el deporte fue un referente para sociedades que quisieron incorporarse a la cultura más avanzada y vanguardista en esos momentos.
Japón, por ejemplo, que a partir de 1868, con la revolución Meiji, se lanzó a una occidentalización “desde dentro”, e hizo del desarrollo del deporte uno de sus rasgos, hasta el punto de inventar el Judo, un compendio de sus antiguas artes marciales, bajo las premisas deportivas. El Judo llegó a ser el primer deporte olímpico, no occidental, adoptado por el Comité Olímpico Internacional. Varias hipótesis podrían explicar el prestigio y expansión del deporte por el mundo en las primeras décadas del siglo XX, citaremos algunas de ellas. Podemos empezar mencionando su similitud con los valores éticos triunfantes en las sociedades más desarrollas y más pujantes de la época. La aceptación generalizada de que fue objeto por la joven y emergente sociedad norteamericana, que se identificaba con valores comunes a los deportivos (competencia, iniciativa, igualdad de oportunidades, reglas claras,…) así como la tardía pero imparable incorporación de la mujer al deporte, fueron decisivas. También mencionar para su consolidación la función como elemento de integración entre sectores sociales antagónicos y de intereses generalmente contrapuestos o distintos: empresarios y clases proletarias, ideologías políticas de diferente signo, instituciones laicas o religiosas fueron importantes. Pero, sobre todo, aparecería un nuevo fenómeno de identificación con los equipos representativos de la nación, ciudad o incluso barrio de grupos locales. Miles de aficionados empezaron a asistir a los campos de deportes y seguir los resultados de sus equipos. Este fenómeno tuvo un desarrollo desde los inicios. La prensa deportiva contribuyó a este fenómeno de forma eficaz. Por último, deporte y actividad física, parecían encajar con las tesis darwinistas, tan en boga durante el periodo de entre siglos: el deporte aparecía en esa perspectiva como una práctica saludable, higiénica y beneficiosa para la mejora y supervivencia de la raza humana. Estas causas y otras más que excederían en su explicación la extensión de este artículo, se fundieron en un crisol que harían aparecer al deporte en la cultura urbana del nuevo siglo XX como una nueva forma de organizar sus momentos de ocio y tiempo libre, de elegir sus ídolos, sus referentes sociales y de grupo, etc., en resumen, todo estaba dispuesto para que fuera uno de los grandes fenómenos sociales del siglo XX. Antonio Rivero, doctor en Geografía e Historia y Licenciado en CAFYD
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