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Antonio Rivero, doctor en Geografía e Historia y Licenciado en CAFYD
06/02/2024 El COE y su consolidación definitiva
Como ya dijimos en el anterior artículo, el Comité Olímpico Español se fundó en 1912. Mientras, los dirigentes catalanes seguían intentando desde Barcelona obtener el reconocimiento de un comité olímpico propio por parte del Comité Olímpico Internacional. El Marqués de Villamejor, concedió permiso para la creación del Comité Regional Catalán.
A la postre acabaría siendo una Subdelegación Olímpica Española con sede en Barcelona. La negativa más firme a la creación de un comité olímpico catalán vino de Coubertin, que con la visión política y diplomática que siempre le caracterizó, se negó a reconocer cualquier comité olímpico que no fuera nacional. Su mentalidad de estadista, a pesar de las buenas relaciones que mantenía con los directivos deportivos catalanes, lo impedía. El 24 de diciembre de 1913, Coubertin escribió al directivo catalán Josep Elías Juncosa una carta en la que decía: “Creo que la fundación de su Comité regional será muy eficaz y los felicito, pero creo que está muy bien que continúen en armonía con el Comité Español, ya que el C.I.O no puede reconocer más que a un Comité por país. Pienso que lo más acertado sería agrupar a representantes de las federaciones de la región, así como a relevantes personalidades deportivas. Acepte mis mejores deseos, Pierre de Coubertin”. El Marqués de Villamejor, tuvo grandes problemas para liderar el deporte olímpico español. Su perfil deportivo coincidía con el del clásico practicante de deportes aristocráticos, modelo que se apartaba de los gustos deportivos más atléticos y populares que en 1914 ya habían aparecido en las grandes ciudades españolas. En el mes de julio de 1919, y con motivo de los preparativos para la Olimpiada de Amberes en 1920, el Marqués de Villamejor reunió un Comité para organizar la participación oficial de España, por primera vez, en unos Juegos Olímpicos. El comité estaba formado, sin duda, por destacados personajes vinculados al deporte. Pero ninguno pertenecía a las federaciones que ya por entonces ostentaban la representación de sus deportes respectivos. La historia del Comité Olímpico Español es un claro ejemplo de la dificultad de articular la España oficial con la España vital. Los antiguos usos y costumbres chocaban con las nuevas formas de organización y representatividad que la sociedad española (en este caso la sociedad deportiva) deseaba. La Olimpiada de Amberes fue el pistoletazo que hizo despegar al deporte español. La representación española pudo finalmente viajar gracias un adelanto económico del propio Marqués de Villamejor y de su hermano, el Conde de Romanones. Se triunfó en dos deportes: el equipo español de polo (deporte de exhibición) quedó segundo y el equipo de fútbol, ganó la medalla de plata. Desde Barcelona se apostó fuerte por la concesión de los JJ.OO de 1924, pero una decisión de Coubertin que aconsejó a los miembros del COI elegir París como sede, terminó con las esperanzas catalanas. El 21 de marzo de 1921, el marqués de Villamejor dimitió de sus cargos y propuso a D. Horacio Echevarrieta como su sucesor. Por otro lado, Coubertin eligió al Barón de Güell como representante español en el COI. El cambio de situación política generado por el golpe de Estado del Capitán General de Cataluña D. Miguel Primo de Rivera el 13 de septiembre de 1923 zanjó la cuestión. El mismo régimen que suprimió la Mancomunidad Catalana, aceleró la constitución legal, permanente y definitiva el Comité Olímpico Español. D. Horacio Echevarrieta dimitió de su cargo, delegando sus funciones en D. Mariano de Rivera. Éste nombró en Barcelona el 11 de enero de 1924 como miembros de una nueva junta a los presidentes de las federaciones nacionales. Así apareció la noticia el en Heraldo Deportivo: “Se ha constituido, pues, –decía Ruiz Ferry– la Delegación española bajo la presidencia del señor De Rivera, y, siguiendo una norma plausible (la única plausible que podía seguir), ha nombrado sus miembros á los representantes de las entidades nacionales que rigen los deportes atléticos, constituidos en Federación en España: -Federación Española de Atletismo -Federación Española de Fútbol -Federación Española de Natación -Asociación de Tennis de España -Federación Española de Sociedades de Remo. Y ha nombrado secretario al que actualmente ocupa ese puesto en la «Confederación Deportiva de Cataluña». Como puede verse, es el primer Comité Olímpico Español que, deportivamente, es efectivamente representativo, y por eso decimos que la solución adoptada es la única plausible que podía hallarse”. El Sr. Mariano de Rivera en abril de ese año, 1924, registró en Barcelona legal y definitivamente el Comité Olímpico Español. Su sede fue el local de la Real Sociedad de Carreras de Caballos, Paseo de Gracia, 32, donde quedó ubicado. En 1939 (al término de la Guerra Civil) la sede del Comité Olímpico Español fue trasladada a Madrid. Los presidentes del Comité Olímpico Español durante esta misma época fueron: Gonzalo de Figueroa, Marqués de Villamejor (1912-1921), Barón de Güell (1924-1926), Marqués de Lamadrid (1926-1931), Dr. D. Augusto Pi Suñer (1933-1936). Antonio Rivero, doctor en Geografía e Historia y Licenciado en CAFYD
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