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José Luis Gómez Calvo, consultor de seguridad
03/12/2024 Qué hacer con la próxima DANA
El pasado 29 de octubre se produjo una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) sobre una extensa zona de España, que afectó principalmente a Valencia, Albacete, Cuenca y Málaga. Posteriormente, se fue desplazando a otras provincias de la comunidad valenciana y andaluza, así como de la Región de Murcia, Aragón, Cataluña y Baleares.
El balance de daños ha sido altísimo, y sobre todo hay que destacar la cifra de 230 personas fallecidas y 4 desaparecidas: - 222 en la provincia de Valencia. - 7 en las provincias de Albacete y Cuenca y - 1 en la provincia de Málaga Otros daños personales y materiales forman parte de lo que ya se considera cómo la mayor catástrofe producida en España en lo que va del siglo XXI. Pero tratando de centrarnos en el ámbito de las actividades deportivas, vamos a referirnos a los daños producidos en las instalaciones, actividades y eventos deportivos que se han visto afectados por la citada DANA. IMPACTO EN LAS INSTALACIONES Y ACTIVIDADES DEPORTIVAS Un mes después de la DANA el 99% de los recintos deportivos devastados por las inundaciones siguen siendo escenarios apocalípticos, auténticas escombreras como el Municipal de Alfafar o desguaces como el de Benetúser o como los de Algemesí, El Planterde Paiporta o el de Bugarra ni tan siquiera sirven para eso por el grado de destrozos ocasionado en sus accesos e interiores. En el 50 de los 75 municipios valencianos afectados por la DANA se han contabilizado desperfectos en instalaciones deportivas (campos de fútbol, polideportivos, piscinas...). En 15 de ellas con daños muy graves, irreparables, para el derribo. Pero, un mes después de la tragedia, las prioridades en la reconstrucción siguen siendo otras, porque las imágenes apocalípticas se ven aún por doquier. Hay colegios sin abrir, garajes anegados, viviendas apuntaladas, comercios cerrados... Entre otros mil problemas, como los de salubridad, que sufren los damnificados. Solo el fútbol cifra en 20 millones la reconstrucción de los 105 campos con daños. Mientras que en Castilla-La Mancha, el deporte más afectado ha sido el escolar, en el caso de la Comunidad Valenciana los daños son múltiples, afectando a un total de 20.000 licencias (más del 15% del fútbol valenciano) y más de 21.000 partidos por disputar FÚTBOL MODESTO Las instalaciones deportivas de los clubes profesionales no han sufrido daños, pero los equipos modestos no pueden decir lo mismo. Muchos campos municipales de las zonas afectadas, donde juegan equipos de barrio y escuelas, como hemos mencionado anteriormente, han sido destrozados por las inundaciones. El fútbol modesto ha sufrido las consecuencias de la DANA. Apenas se reconocen algunos estadios que el temporal ha arrasado. El agua se ha tragado muchos de ellos y, de no ser por los datos de su localización, costaría saber que se trata de campos de los equipos de la zona. Esto le ocurre, por ejemplo, al club de la localidad de Carlet, tapado por las inundaciones a vista aérea, igual que a los equipos de Paiporta, Bugarra y Alfafar, entre otros muchos. EVENTOS DE MOTOCICLISMO Entre las localidades afectadas en la provincia de Valencia está la de Cheste, donde estaba previsto en el circuito Ricardo Tormo, un gran evento deportivo como era el final de temporada de MotoGP 2024. Hay que recordar que al lado del circuito pasa el barranco del Poyo cuyo desbordamiento de su cauce habitualmente seco, ha sido una de las causas de la riada que, en algunas localidades en las que no había llegado a llover, se vieran sorprendidos por la súbita avalancha de agua y el lodo que bajó por dicho barranco Ante esto el Mundial de motociclismo tuvo que trasladarse al Circuito de Barcelona-Cataluña en Montmeló. CENTROS DEPORTIVOS Y GIMNASIOS Los centros deportivos también han sido otros de los afectados por la DANA del pasado día 29. No sólo por los daños materiales, qué en la mayor parte de los casos han sido cuantiosos, sino también por la poca afluencia a los gimnasios, incluso a los ubicados en pueblos cercanos a los afectados, y a la solicitud de aplazamiento de cuotas En otros casos, se ha producido el cierre indefinido o incluso definitivo, cómo informan algunos medios de comunicación presentes en la zona afectada. CAUSAS DEL IMPACTO PRODUCIDO POR LA DANA La DANA del 29 de octubre pasado, ha puesto de manifiesto, una vez mas, lo vulnerable que es una parte muy importante de la geografía española a las lluvias torrenciales. En este caso, el fenómeno meteorológico superó las previsiones más altas de los mapas de probabilidad, alcanzando máximos de hasta 771 litros por metro cuadrado en 24 horas. Tras esta DANA, existe el consenso de los científicos del clima, de que este tipo de fenómenos catastróficos serán cada vez más frecuentes e intensos, sobre todo en la región mediterránea. RECUPERACIÓN Y CONTINUIDAD Tras el desastre producido en las zonas ya citadas y algunas otras, donde si bien no se ha producido el fallecimiento de personas, la DANA ha causado cuantiosos daños materiales como ha sido en Cataluña, Aragón Murcia y Baleares. Sin entrar en las cuestiones referentes a la necesaria coordinación y responsabilidades de las Administraciones competentes, y en la asignación de recursos económicos y medios humanos y materiales para la recuperación, en la medida de lo posible, de la necesaria normalidad, ahora evidentemente, hay que centrarse en la recuperación y continuidad, ysubrayo de forma intencionada, los términos “recuperación y continuidad” y no el de “reconstrucción”, al menos en la totalidad de las construcciones, edificaciones e instalaciones deportivas. PREVISIÓN Y PREVENCIÓN ¿Por qué hablar de “recuperación y continuidad” y no de “reconstrucción”? “Reconstruir”, según la RAE, es rehacer o volver a construir y reproducir (algo) ya pasado, y aunque eso pueda y deba hacerse, según los casos, en muchos de ellos no debiera hacerse, en los mismos lugares, y esta consideración se basa en lo expuesto por Annelies Broekman, investigadora del grupo de agua y cambio global del CREAF, en Barcelona, que ha manifestado: “Reconstruir las localidades afectadas como estaban antes es lo peor que podemos hacer», afirma. «Es tirar el dinero y seguir exponiendo a las personas a un peligro que es mayor de lo que imaginaban”. Y lo es, porque la mayor parte de las construcciones o edificaciones afectadas se encuentran en zonas inundables y si se vuelven a reconstruir en los mismos emplazamientos, teniendo en cuenta que las DANAS van a ser más frecuentes y más intensas, sería un error, salvo que se realizasen medidas efectivas cómo: - Obras hidráulicas para evitar o minimizar estas catástrofes construyendo las infraestructuras hidráulicas que ya están previstas en los Planes de Defensas de las cuencas hidrográficas y en los barrancos, como son las obras de laminación de avenidas, que pueden ser presas o balsas de laminación, entre otras. - Cuidado de los ríos. Ha venido siendo una costumbre invadir las rieras, y todo el territorio español tiene zonas así. Son terrenos donde se ha construido, en muchas ocasiones, vivienda social. - Tomarse en serio de una vez por todas la amenaza de las DANAS, ya que la hemos ido ignorando a medida que hemos ido invadiendo los espacios inundables de los ríos. - Mejorar la planificación urbana, no construyendo en zonas inundables. - Donde sea viable trasladar las construcciones, edificaciones e instalaciones deportivas, a zonas no inundables. Un ejemplo, es del municipio valenciano de Ontinyent, donde se expropiaron casas ubicadas junto al río Clariano para hacer un parque fluvial. Con ello se recuperó un espacio que era inundable para el río, y cuando se produce la crecida, no produjo daños. - Contar con sistemas eficaces de predicción meteorológica y de alerta temprana que permitan avisar con la máxima antelación cada vez que haya riesgo. - Concienciar a la sociedad del peligro y enseñar a cómo actuar respecto a que hacer y que no hacer en caso de aviso de un riesgo catastrófico. CONCLUSIÓN Mucho queda por hacer y mucho por analizar todavía respecto a la DANA del 29 de octubre pasado. 230 personas fallecidas y cuatro desaparecidas, además de los miles de personas afectadas en todos los órdenes, no es para tratar simplemente de “pasar página”, a la espera de que con el tiempo esta tragedia se vaya olvidando. Según los científicos del clima, las DANAS se repetirán, cada vez con mas frecuencia e intensidad, y esto no es “catastrofismo” en constatar estadísticamente que la predicción se viene cumpliendo. No podemos quedarnos solamente en que deben hacer por nosotros quienes tienen el deber de proteger a la población, aunque naturalmente lo exijamos, porque es nuestro derecho, sino también que podemos hacer por nosotros mismos y por los demás. Con motivo de la DANA padecida, la sociedad civil ha dado, una vez mas, una lección de solidaridad que merece todos los elogios, pero ha sido también, una vez mas, una acción reactiva, y junto a ella, necesitamos una acción preventiva. Es decir, sabiendo lo que nos puede venir, y que ¡vendrá!, empezar a actuar ya, en la medida de lo razonable, por ejemplo: - Conociendo si se está ubicado en una zona inundable, si es así, tratar en trasladarse “si es posible” a una zona que no lo sea. Si no es posible, y siempre refiriéndonos a zonas inundables: * * Conviene tener en cuenta que los mapas de zonas inundables debieran estar actualizados, ya que se pueden haber realizado obras públicas en la zona, como por ejemplo carreteras, que hayan modificado las condiciones de inundación. - Comprobar el estado de la cimentación de las construcciones y edificaciones, que puedan verse afectadas por una inundación. - Debería requerirse la información de que una instalación deportiva, está en una zona inundable antes de gestionarla mediante una concesión administrativa. - Evitar instalaciones deportivas cómo gimnasios, en locales ubicados bajo rasante como sótanos o semisótanos. Al igual que en el caso de las instalaciones deportivas en general, requerirse, respecto a un local para su adquisición o alquiler con el fin de montar el un gimnasio. - Comprobar el drenaje de los terrenos deportivos al aire libre. - Adquirir barreras contra inundaciones para los locales en que puedan ser de utilidad. - Evitar en lo posible, aparcamientos de vehículos en zonas bajas del terreno o en garajes en sótanos. Estas y otras muchas medidas más que se pueden adoptar, no evitaran al cien por cien los daños. Recordemos que el “riesgo cero” no existe, pero podremos reducir los daños, siguiendo la célebre frase de John F. Kennedy: “No pienses qué puede hacer tu país por ti. Piensa qué puedes hacer tú por tú país” Aunque evidentemente, tenemos todo el derecho a exigir que las Administraciones públicas de nuestro país, hagan lo que por ley tienen y deben hacer. José Luis Gómez Calvo, consultor de seguridad
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