Martes, 10/12/2024 | |||||||||||||||||||
Andalucia | Aragón | Asturias | Baleares | C. La Mancha | C. y León | Canarias | Cantabria | Cataluña | Ceuta | Extremadura | Galicia | La Rioja | Madrid | Melilla | Murcia | Navarra | País Vasco | Valencia |
Gema Sancho, psicóloga y coach educativa, deportiva y laboral (https://gemasancho.com/)
25/04/2023 Estrés en deportistas jóvenes
El estrés es una reacción del organismo ante situaciones que resultan amenazantes. Por tanto, nos ayuda a afrontar situaciones de peligro. Cuando nos encontramos ante una situación de este tipo, el corazón late más fuerte, se acelera la respiración, los músculos se tensan y los sentidos se agudizan. El cuerpo se prepara para salir corriendo o para luchar.
Y necesita que los músculos estén preparados, que les llegue el oxígeno necesario. El estrés nos ayuda a sobrevivir. Por lo que, en principio, es positivo. El problema está cuando las situaciones estresantes se repiten con demasiada frecuencia o cuando son demasiado intensas. En esos casos el estrés nos perjudica. Afecta a nuestro sistema inmunológico y tenemos un mayor riesgo de sufrir una lesión o una enfermedad, comemos y dormimos peor, y también afecta al rendimiento deportivo. Los movimientos de los deportistas se hacen más torpes debido a la tensión muscular, la capacidad de reacción disminuye, se llega “tarde” a las jugadas, y la atención se reduce, produciéndose lo que llamamos “visión de túnel”. Todos experimentamos situaciones estresantes en nuestro día a día: atascos, discusiones, presentaciones en público, exámenes, problemas en el trabajo, ... Pero demás, los deportistas jóvenes tienen que afrontar situaciones estresantes específicas de su propio estilo de vida. No es fácil compatibilizar los estudios con los entrenamientos y competiciones, renunciar a salir con amigos o a ir a un cumpleaños por acudir a una competición, estar muy pendiente de la alimentación y el descanso, tener que hacer grandes desplazamientos para acudir a los entrenamientos, o incluso trasladarse a otra ciudad para continuar su carrera deportiva lejos de su familia. Además, tienen que afrontar las exigencias de los entrenamientos y de los partidos. Y siempre tienen el riego de sufrir una lesión o una enfermedad que les aparte del deporte por un tiempo. A todo esto, hay que añadir la presión que muchas veces sufren por parte de sus padres, sus entrenadores, sus compañeros de equipo, o incluso por su propia autoexigencia. En cualquier caso, para un deportista joven, las competiciones suelen suponer un pico de estrés. No todas las competiciones son iguales. No es lo mismo un partido de liga que debutar con la Selección Nacional. La novedad y la trascendencia de la competición influyen. De igual forma influyen las expectativas que el deportista tenga respecto a su papel en la competición. En general asociamos estrés con ansiedad, ya que ésta es su principal manifestación. Nos ponemos en lo peor. Nos anticipamos a situaciones amenazantes y nuestro cuerpo actúa como si ya estuviera sucediendo, aunque probablemente se trate de algo que nunca vaya a ocurrir. Es en cierto sentido un miedo irracional. Notamos palpitaciones, presión en el pecho, temblores o dificultad para respirar. Es como si se estuviera sufriendo un ataque al corazón. Pero el estrés no sólo se manifiesta a través de la ansiedad. También se puede mostrar a través de la ira. Muchos son los ejemplos de deportistas que en situaciones de estrés insultan a los árbitros o a los rivales, rompen raquetas, golpean mobiliario, o incluso llegan a las manos. Otra manifestación del estrés, quizás menos conocida, es el desánimo. Muchas veces nuestro cuerpo reacciona a los picos de estrés con una sensación de apatía, de desgana, de falta de energía. Cuando el deportista siente que no hay nada que pueda hacer para solucionar su situación, la sensación de indefensión y de frustración le pueden llevarle incluso a la depresión. Otros deportistas comienzan a sentir que no disfrutan del deporte, que no merece la pena tanto esfuerzo. Esta fatiga mental provocada muchas veces por situaciones de estrés muy continuadas en el tiempo puede llevarles a abandonar el deporte. Es importante cuidar la salud mental de nuestros deportistas jóvenes, de manera que su paso por el deporte les fortalezca también en su desarrollo como personas. Estas son diez ideas para reducir su estrés: - No compararse con otros deportistas. Centrarse en su propio rendimiento, valorando el esfuerzo y la mejora personal en lugar de los resultados frente a otros deportistas. - Prestar atención a los pensamientos automáticos. Cuando surjan pensamientos automáticos negativos, comprobar si están basados en datos objetivos o si es más bien fruto de la adivinación o el catastrofismo. - No preocuparse en exceso ni evitar las situaciones difíciles. Afrontar los problemas como retos, centrándose en los que depende de uno mismo, buscando diferentes soluciones, eligiendo una opción y poniéndola en acción. - Reducir el malestar emocional. Cuando no haya nada que podamos hacer para resolver una situación, siempre podemos reducir el malestar emocional, por ejemplo, hablando con alguien sobre cómo nos sentimos. Saberse escuchado y entendido ayuda. - Realizar ejercicios de relajación. Aprender algún ejercicio sencillo, al que poder recurrir en momentos de tensión, como por ejemplo, la respiración abdominal. - Fortalecer la autoconfianza. Conociéndonos bien, dándonos cuenta de nuestros recursos, y centrándonos en lo que depende de nosotros. - No vincular el valor como persona al éxito deportivo. Valorarnos y aceptarnos como personas, al margen de los resultados deportivos. - Manejar la autoexigencia. Es positiva para mejorar, pero debemos manejar las expectativas y establecer objetivos de rendimiento adecuados. - Manejar la competitividad. No queriendo ser perfectos sino conociendo nuestras fortalezas y áreas de mejora. Es importante hacer una evaluación objetiva del propio rendimiento tras las competiciones, sin dejarnos llevar por la emocionalidad del resultado (si he ganado lo he hecho todo bien, si he perdido lo he hecho todo mal). - Aprender a disfrutar de los éxitos logrados y del deporte. Debe existir un equilibrio entre las diferentes áreas de la vida de los deportistas jóvenes, de manera que, si en algún momento alguna se resiente, tenga otras áreas que le permitan seguir adelante. El deporte es muy importante, pero no es lo único. Gema Sancho, psicóloga y coach educativa, deportiva y laboral (https://gemasancho.com/)
Envia a un amigo
|
|