Juan L. Navarro:“Hay que definir la colaboración con la Administración”

Navarro comenzó definiendo el tercer sector del deporte como “el conjunto de la interpretación social y económica. El primer sector sería el gubernamental; el segundo, el empresarial; y el tercero sería el de las organizaciones no gubernamentales y sin ánimo de lucro, es decir, las federaciones, los clubes y las instituciones deportivas”.

Entre las conclusiones obtenidas del congreso, destacó que “ha tenido muchas vertientes porque hemos intentado hablar de la relación de los clubes, las federaciones y las asociaciones con la Administración; del futuro de la organización interna de esas entidades, sabiendo que son entidades que requieren de la presencia de gestores deportivos y, en ese sentido, nuestro liderazgo lo que pretende es aportar el criterio de que también en el mundo federativo y asociativo es necesaria la presencia de gestores. También hemos hablado del movimiento voluntario. La conclusión es que si ya hemos encontrado un espacio de colaboración entre la empresa privada y la administración, nos falta por definir todavía ese espacio entre la Administración y los clubes, asociaciones y federaciones deportivas”.

El presidente de los gestores andaluces explicó que, para conseguir llegar a este acuerdo, “hay que hacer evolucionar tanto a las administraciones, como a las empresas del tercer sector para que las administraciones entiendan que hay un espacio de trabajo que se puede hacer con ellas, buscando un mecanismo de colaboración público-privada más allá de contratos de sector público y buscando nuevos espacios jurídico-administrativos, para que esa colaboración se pueda dar. Es verdad que desde hace muchos años los ayuntamientos intentan que sus clubes de fútbol, de tenis o de cualquier tipo tengan su espacio en la gestión deportiva local, pero también es cierto que hace falta regular mejor ese espacio para no entrar en competencia desleal con las empresas, y para que los clubes se sometan a los mismos principios de gestión que tiene que tener una empresa. Se trata de funcionar como empresas, sin perder de vista que son entidades sin ánimo de lucro”.

Se mostró optimista de cara a poder alcanzar un acuerdo útil y válido para los ciudadanos: “Estoy seguro de que se puede conseguir. Ya hay casos de éxito en el Congreso en los que las administraciones han sabido conciliar la responsabilidad social que tienen de hacer participar a estas entidades, con la propia normativa jurídica que organiza la administración local o autonómica. Vivimos en un momento de debilidad jurídica como consecuencia del nuevo marco normativo que ha marcado la ley de contrato del sector público. Entonces, hace falta afinar esa relación para que tenga todas las garantías legales que tiene que tener el funcionamiento de la administración pública y de las entidades sin ánimo de lucro”.

Respecto a lo que se contempla en la futura nueva Ley del Deporte, afirmó que “como tiene que recoger las competencias propias del Estado, fundamentalmente en lo que tiene que ver con el tercer sector, la nueva Ley se centrará en los aspectos de la organización de las federaciones deportivas. Corresponde más a las administraciones autonómicas y, en especial, a la administración local, decidir ese marco de relación con los clubes y las asociaciones, porque no dejan de ser entidades con un arraigo concreto en un municipio o en una ciudad. Fundamentalmente, la clave está en los ayuntamientos”.

Juan Luis Navarro concluyó señalando que, tanto para Agesport, como para FAGDE, su primera obligación es “elevar el nivel profesional de los gestores deportivos de nuestro espacio de responsabilidad. Y en ese sentido lo que queremos, y por eso hemos colaborado en este congreso con la Confederación Andaluza de Federaciones Deportivas, es poner a su disposición nuestra experiencia y conocimiento para que los gestores de federaciones y clubes adopten el mismo rol y profesionalidad que los gestores públicos y de las empresas del deporte. Ellos son tan gestores como el resto de los colectivos y tienen que entender que también tienen que manejar las mismas herramientas que dominan y manejan los gestores públicos y empresariales”.