Globalización y despersonalización

El mundo del deporte, por causas que le son ajenas, ha sido víctima del proceso globalizador. Pero, por otra parte, y desde hace tiempo, los grades eventos del deporte sobreviven gracias a la globalización, la cual los ha convertido en fenómenos mediáticos y importantes y destacados productos de consumo.

En el caso del ciudadano que sale de su casa para correr, para acudir al polideportivo municipal o al gimnasio de su barrio, la situación es similar: el spinbike, el aerobic o hidrobic, el body pump o el body building, van a ser el objeto de consumo.

Los promotores de la publicidad, que popularizaron el “contamos contigo”, en el 67, estaban muy lejos de conocer el éxito que la praxis deportiva iba a tener cuarenta y tantos años después y los mecanismos que iban a desatar tal éxito.

“Nike y Jordan han conseguido que el baloncesto  haya pasado del pantalón corto a la falda-pantalón”, afirmaba, hace poco, José Antonio Corbalán. Y que esa estética haya trascendido a la calle, y esté resultando un evaluador de la condición social, añadimos.

El deporte da muestras de despersonalización. Globalizado, en estructuras y en dinámicas, es sólo clasificable en función de su nivel de proximidad al núcleo troncal constituido por el deporte mediático. En tanto que el deporte escolar ha admitido su función de camino inicial hacia el rendimiento y el deporte para todos está quedando afectado por la moda, dictada desde las estructuras del profesionalismo.

En el “deporte para todos” son las culturas las que, interrelacionadas, compiten y lo hacen por conquistar cotas de mercado de zapatos, de actividades o de vestimenta, impulsadas por las corrientes globalizadoras del mercado (Maguire 2003).

La contribución del deporte al proceso de la civilización, quizá esté exclusivamente basada, Norbert Elías (1992) no descarta esa exclusividad, en la mutua alimentación entre la consolidación de las naciones-estados, como comunidades administrativas y la globalización necesaria de una cultura que les permitiese evaluarse y compararse.

Luis V. Solar Cubillas (presidente de FAGDE) y Boni Teruelo Ferreras (gerente de FAGDE)