Escuelas de técnicos deportivos

Estas entidades, privadas en la mayoría de los casos y autorizadas por el ministerio, deberían estar supervisadas por los colegios donde, una vez que terminen los cursos los técnicos, se van a suscribir. ¿Por qué? Pudiera ser que, por no tener esa supervisión, se otorgasen títulos sin cumplir el total de los horarios estipulados (240-300 horas).

Además, hay que controlar que los alumnos acudan a las escuelas y que no les den menos horas de clase, por aquello de la libertad de cátedra.

Deben evitarse también los “tratos de favor”, con el objetivo de llenar las aulas de gente y ganar dinero. Esto debería de estar muy controlado por quien corresponda (el ministerio o las federaciones). Deberían intervenir para que no se deteriore la profesión.

En mis años como entrenador, he visto en algunas de estas escuelas corruptelas de este tipo. Me da pena de aquellos que a quienes les costó tanto trabajo, esfuerzo y sacrificio obtener su título de entrenador y a otros, simplemente, se le ha regalado. Habría que controlar cómo se trabaja en ellas.

Claro que hoy no se necesita el certificado de penales para inscribirse en la escuela. ¿Por qué digo esto? Pues porque entiendo que cualquier corruptela de este tipo, debería ser valorada por el gobierno como una falta, aunque ahora no sea así. Me consta que esta situación es conocida por las federaciones y otros organismos del deporte. Igual que hay una comisión antiviolencia, contra el racismo y otras muchas cosas, no entiendo por qué no hay algún órgano que se encargue de vigilar este tipo de cosas. Así la profesión estaría limpia y con verdaderos profesionales que se han formado adecuadamente para ello.

Luis López Nombela, entrenador nacional de Fútbol