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04/03/2025 Los médicos internistas piden que la obesidad sea una dolencia crónica![]() Señalan que las personas que conviven con ella merecen ser diagnosticadas y tratadas de forma integral y multidisciplinar, con todos los recursos humanos y materiales necesarios en función del estadio de su enfermedad. Es necesaria la implementación de rutas asistenciales propias, que les garanticen una atención justa y equitativa. El Dr. Alfredo Michán, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Obesidad, Diabetes y Nutrición (DON) de la SEMI, explica que “ha llegado la hora de reaccionar ante la obesidad, que debe ser reconocida como lo que es: una enfermedad crónica, compleja y recidivante. Como sociedad y sistema sanitario, hemos de dejar de mirar hacia otro lado y ofrecer a las personas el acompañamiento y la atención integral, multidisciplinar, de calidad y personalizada que merecen”. La obesidad se debe definir, como indica la revista The Lancet, como el exceso de adiposidad, con o sin alteraciones en la función y distribución del tejido adiposo, por causas multifactoriales no siempre conocidas. Para diagnosticarla ya no basta el índice de masa corporal (IMC), que lleva a subestimar o sobreestimar los diagnósticos. Son necesarios otros criterios, más sensibles y específicos para lo que buscamos, valorar el exceso de adiposidad: la medición directa de la grasa corporal, cuando sea posible; al menos un criterio antropométrico (como medir la circunferencia de la cintura o la relación cintura-cadera), usando puntos de corte validados por edad, género o etnia; y asumir directamente el exceso de adiposidad, sin confirmación adicional, en los casos de un IMC >40 kg/m². Además, para diagnosticar la obesidad clínica, debe haber una reducción de la función de los órganos o tejidos, (como la apnea del sueño, la enfermedad renal, la artrosis o la insuficiencia cardiaca), y/o limitaciones significativas en las actividades básicas de la vida diaria, como tener dificultades de movilidad, en el aseo, vestimenta o la alimentación. La prevalencia de la obesidad en España crece de forma ininterrumpida desde 1980 y se estima que afecta al 23,8% de la población adulta, según un informe de la Región Europea de la OMS. Esto significa que 1 de cada 4 personas adultas en España viven con obesidad. Asimismo, más del 60% de la población tiene sobrepeso, según el estudio OBEMI. El 40% de las personas con obesidad no son diagnosticadas y menos del 20% están recibiendo medicación con evidencia científica, según datos de la SEMI, lo que pone en evidencia el estigma sanitario hacia las personas con obesidad, tanto a la hora del diagnóstico como en el tratamiento recibido. La obesidad se asocia a otros problemas de salud importantes como la diabetes, la hipertensión, la hipercolesterolemia, así como enfermedades finales asociadas tan graves como la enfermedad cardiovascular, la enfermedad metabólica hepática, la insuficiencia cardiaca, la fibrilación auricular y la apnea del sueño, la nefropatía por obesidad y la artrosis. Este abordaje desde las complicaciones finales asociadas a la obesidad es el que defiende el grupo DON de la SEMI, recientemente resumido en su infografía de la obesidad y sus comorbilidades. Además, en estos momentos, el grupo DON está promoviendo una segunda parte del registro ROFEMI para agrupar en fenotipos clínicos a las personas con obesidad que atienden más frecuentemente los internistas. El papel del internista, como especialista integral, debe ser no solo diagnosticar la obesidad en las personas que atendemos en consultas, sino estadificarlas en función de todas las comorbilidades o complicaciones que asocian y definir y consensuar un objetivo de peso que le ofrezca la máxima salud siempre en forma de pérdida de adiposidad. La SEMI también quiere llamar la atención sobre el estigma, prejuicios y error conceptual que sigue “pesando” sobre la obesidad, ya que “la obesidad no es un vicio ni una enfermedad moral y, por supuesto, no es una elección de los pacientes”, señala la Guía Giro (Guía española del manejo Integral y multidisciplinaR de la Obesidad en personas adultas). Aun así, la narrativa dominante la relaciona con una falta de voluntad del paciente, la culpa y la baja autoestima. El estigma sanitario, tendente a utilizar un lenguaje y una conducta culpabilizadores sobre el peso, conduce a que las personas no consulten su problema de peso, eviten tratarse y participar en el sistema sanitario. Los internistas abogan por disponer de buenas armas para luchar contra la obesidad: armas para un correcto diagnóstico y estadificación; para un tratamiento óptimo, equitativo y personalizado, que no culpabilice a la persona con obesidad y que le permita obtener un peso saludable. Desde el grupo se han publicado siete vídeos cortos para sensibilizar sobre la obesidad. Para acceder a ellos, pinche aquí. Munideporte.com
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