La Fisioterapia refuerza el cuidado de los profesionales artes escénicas

El objetivo es ayudar a mejorar la salud de profesionales de la danza y la música, prevenir lesiones y agilizar la recuperación de las mismas.

Javier López Marcos, coordinador de Formación del CPFCM y miembro de su Comité de Expertos en Artes Escénicas, explica que “con esta campaña queremos crear conciencia entre músicos y bailarines sobre la importancia del cuerpo como herramienta de trabajo y su repercusión en el rendimiento profesional de estas personas”.

Esta acción está dirigida a los artistas más jóvenes, al grado elemental de Danza y Música, sea cual sea el instrumento, para todos los usuarios de los conservatorios de Música en la Comunidad de Madrid.

Fisioterapeutas madrileños impartirán talleres que aportarán a estos artistas una serie de herramientas, apoyadas en la evidencia científica, para conocer más su cuerpo, realizar una labor preventiva, aplicar los avances en ergonomía postural, y así poder trabajar en condiciones óptimas, mejorando su rendimiento y evitando lesiones musculoesqueléticas.

López Marcos indica que “una de las claves está en que las personas que trabajan en artes escénicas aumenten la labor preventiva al entrenar, con supervisión de fisioterapeutas. Ese trabajo previo les ayudaría a evitar numerosos problemas y lesiones. Se trata de preparar el cuerpo para las demandas que tendrá que asumir. La diferencia entre lo que le exigimos al cuerpo y para lo que el cuerpo está preparado”.

Cualquier conservatorio interesado puede ponerse en contacto con el CPFCM para solicitar los talleres. Se trata de una acción gratuita para conservatorios y participantes, ya que está subvencionada por el Colegio.

La campaña se denomina “MÁS Artes Escénicas” (con la M de “movimiento”, la A de “acondicionamiento” y la S de “salud”).

Otro de los objetivos es romper con falsos mitos comunes entre diversas profesiones que trabajan sobre los escenarios, como que es normal sufrir dolor y tener que soportarlo, que los músicos no necesitan realizar un calentamiento físico o que en danza solo hay que estirar de forma estática antes de la actuación o clase, entre otros.

También se rompe el falso mito de las malas posturas. El verdadero riesgo entre los artistas está en las posturas forzadas mantenidas durante largo tiempo. El movimiento es la clave.

La ejecución cotidiana de movimientos repetitivos, el gesto, sobrecargas, falta de calentamiento previo y de estiramientos, acaban ocasionando lesiones, que son diferentes según la disciplina artística:

- Danza: lesiones por sobrecarga al poner al límite sus posibilidades, localizadas, básicamente, en el miembro inferior (tobillo, pie, cadera, muslo y rodilla) y en la columna dorsolumbar. Se deben tratar intentando mantener, en todo momento, las condiciones físicas, tales como la flexibilidad o la fuerza, necesarias para poder continuar bailando.

- Música: el origen de molestias y lesiones suele venir asociado al diseño del instrumento, que no es ergonómico y obliga a adoptar posturas forzadas, mantenidas durante mucho tiempo.

Los problemas más frecuentes se pueden agrupar en tres tipos:

- Por la duración de la tarea, con aparición de fatiga, junto a pérdida de concentración y coordinación, lo que genera la alteración del control postural del intérprete.

- Por la tarea en sí misma, ya que los movimientos repetitivos provocan frecuentes sobrecargas musculares y tendinopatías.

- Por factores psicológicos. Los que se manifiestan con mayor intensidad son el estrés y la ansiedad.

Muchos músicos no son conscientes de que su actividad musical requiere de un trabajo físico previo para ayudar en su rendimiento y a evitar la fatiga. Necesitan incorporar los principios básicos de los entrenamientos (como un deportista), por los miles de movimientos repetitivos que necesitan hacer para tocar un instrumento, como calentamiento, estiramientos y recuperación del esfuerzo.

- Teatro: las lesiones más frecuentes que aparecen en actores y cantantes son las derivadas del sobreuso de la voz y las tensiones emocionales derivadas de la escena, como pueden ser edemas en las cuerdas vocales, afonías emocionales y contracturas musculares, especialmente, en la musculatura de la columna cervical y lumbar.

Los principales factores de riesgo son las excesivas repeticiones, los factores materiales, los factores temporales (épocas más duras), la falta de tiempo para adaptarse (los cambios o inicios no son progresivos) y la disciplina.

Las diferentes disciplinas artísticas tienen en común, además, jornadas maratonianas, largos ensayos y actuaciones muy exigentes. En pocos deportes se entrena siete horas diarias, como sucede en la danza; o en pocas profesiones se practica todos los días, sin excepción, como en la música. Sin embargo, pocos musicales y compañías grandes tienen a un fisioterapeuta en plantilla.

Desde el Comité de Expertos en Artes Escénicas del CPFCM también inciden en la importancia de que los artistas aprendan a activar y relajar sus cuerpos en los momentos adecuados, y conocer técnicas de relajación que les ayuden en los momentos de más nervios y exigencia física.

La Fisioterapia puede ayudar a estos profesionales a gestionar los descansos en las largas horas de ensayos, dando pautas y aconsejando calentamiento y estiramientos que reducirán el agotamiento muscular; recomendar qué ejercicio terapéutico es el adecuado para cada práctica y para cada persona en función de su postura y estructura corporal, lo que mejorará su resistencia a la fatiga; y enseñar una adecuada y correcta respiración para que los discursos, frases musicales o movimientos sean a largo plazo más eficaces energéticamente, entre otras cuestiones.

El coordinador de Formación del CPFCM recuerda que “la Fisioterapia no entra en la técnica, que corresponde a los maestros, sino en la modificación de la biomecánica de un gesto para prevenir lesiones en el futuro”.