Educar a través del espectáculo deportivo

En el espectáculo deportivo intervienen ciertos elementos primariamente significativos, incluso en un partido de Fútbol, de Rugby, de Hockey, deportes no especialmente valorados por la armonía de sus movimientos se producen fases de indudable belleza.

Si observamos ciertas manifestaciones como el Patinaje, la Gimnasia deportiva, el salto de Esquí, el trampolín, la palanca, la Natación Sincronizada, competiciones donde precisamente la belleza de ejecución es uno de los elementos de valoración, la dimensión estética del espectáculo adquiere notable entidad.

Un estadio donde se desarrolla una competición de Atletismo es un reparto y condensación de belleza. Cada prueba en sí, independientemente considerada, es una síntesis de dramática y estética. Drama en la lucha manifestada, estética en las formas, en la perfección de los movimientos. ¿Cuántos miles de esfuerzos e incluso de sufrimientos para aquilatar, para afirmar un poco más la coordinación de movimientos entre todos los elementos del organismo?

En las clasificaciones sólo se registran mediciones concretas. Pero el ejercicio, el movimiento, la coordinación, consecuencias directas de un nivel de aspiración y una capacidad de integración, la ejemplaridad, el respeto, el buen sentido, la valoración de la belleza, se ofrecen como valores espectaculares llenos de posibilidades educativas.

El hombre de hoy, en esta sociedad agresiva, necesita valores culturales y cívicos para  ir superando su agresividad. He ahí una veta inagotable de recursos educativos que se dan ahí, precisamente, en el espectáculo deportivo, contemplado desde la grada; se desarrolla y se repite  millares de veces a la semana , y, por desgracia,  millares de veces se desperdicia.

Juan Ángel Gato, Presidente del Coplef de Madrid