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Gema Sancho, psicóloga y coach educativa, deportiva y laboral (https://gemasancho.com/)
09/07/2019 Nueva temporada: ¿nuevo club?
Terminada la temporada, muchos niños y niñas siguen vinculados a su deporte favorito a través de torneos o campus de verano. Buscan con ello perfeccionar su estilo de juego o incluso lograr nuevos títulos que les avalen de cara a pertenecer a un nuevo club o equipo de categoría superior en la siguiente temporada. Y hay padres que alientan y promueven esta búsqueda.
Pero, ¿qué tienen en cuenta los padres a la hora de elegir un club deportivo para sus hijos? Desgraciadamente muchos sólo tienen en cuenta el nombre del club y su historial de éxitos deportivos. No tienen en cuenta aspectos tan importantes como la distancia al centro educativo del niño o al domicilio familiar, el número de entrenamientos semanales, los horarios de estos entrenamientos, la exigencia deportiva en relación a los resultados, etc. Y, sin embargo, son estos los aspectos más importantes a tener en cuenta si queremos que nuestros hijos mantengan una relación sana y duradera con el deporte. No dudo de la buena fe de los padres que “se sacrifican” por sus hijos llevándolos y trayéndolos cada día de los entrenamientos después de una dura jornada de trabajo, pasando horas en el coche y llegando a casa prácticamente con el tiempo justo de cenar y acostarse. Ni de aquellos que incluso les llevan la cena en un tupper para que puedan cenar mientras estudian en el coche camino a casa. Pero, ¿de verdad es lo mejor para sus hijos? Los niños, no lo olvidemos, necesitan hacer deporte, sí, pero también necesitan tiempo para estudiar, para comer tranquilamente, para divertirse con sus amigos y para realizar actividades ajenas al deporte. Cuando todo en la vida del niño gira en torno a la práctica deportiva, cuando en casa sólo se habla de deporte, la agenda familiar se organiza en base a los entrenamientos y competiciones, los amigos son únicamente del ámbito deportivo y el estado de ánimo familiar varía en función de los resultado del partido semanal, los niños corren el grave riesgo de identificar su valía personal con sus éxitos deportivos, de manera que si éstos no llegan, los niños pueden desarrollar baja autoestima y llegar a padecer trastornos importantes como una depresión. Para un niño lo más importante es la opinión de sus padres y, por tanto, sentir que les están defraudando supone un tremendo dolor. ¿Hasta qué punto ese “sacrificio” que realizan los padres no puede volverse en su contra cuando los resultados no son los esperados? Recuerdo el caso de un padre que, cuando su hijo no quedaba entre los tres primeros de la competición, le gritaba: “¿Para esto te traigo yo a entrenar y me trago las horas de carretera?, ¿para que hagas esto?”. El chico bajaba la cabeza y no contestaba. Pero por dentro, a la lógica tristeza de no haber podido ganar la competición se unía el mucho más doloroso sentimiento de estar defraudando a su padre. Tengamos esto presente a la hora de elegir un club para nuestros hijos de cara a la próxima temporada. En categorías inferiores, mucho más importante que los logros deportivos del club es su modelo formativo. No olvidemos que nuestros hijos van a un club para ser mejores jugadores, pero sobre todo para ser mejores deportistas. Y que los valores y el aprendizaje no están reñidos con el reto de conseguir la victoria, ni mucho menos. Con lo que sí están reñidos es con la victoria a cualquier precio. En estos días en que los padres andarán pensando en si cambiar o no a sus hijos a un nuevo club, o en inscribirlos por primera vez en alguno de ellos, les pido que reflexionen y que valoren todos aquellos aspectos que van a contribuir en el desarrollo y bienestar personal de sus hijos. Que no se dejen deslumbrar por aquellas opciones que puedan suponer una inyección de energía para su propio ego a corto plazo pero que, a la larga, hagan que la relación de sus hijos con el deporte sea mucho más efímera de los que les hubiera gustado, y que incluso hagan que su propia relación padre-hijo se vea perjudicada. Comienza el verano y con él, el tiempo de reflexión y análisis. Nueva temporada: ¿nuevo club? Gema Sancho, psicóloga y coach educativa, deportiva y laboral (https://gemasancho.com/)
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