Los adolescentes europeos usaron las pantallas una hora más al día

Se han analizado los hábitos en materia de salud de 442 adolescentes europeos, de los que 291 estuvieron expuestos al confinamiento y 151 no. También se evaluó la influencia del nivel de estudios de los padres/madres en estos hábitos de los menores. Se realizó en el marco del proyecto Miles, subvencionado por Erasmus+ y en el que participan seis escuelas europeas de 6 países diferentes: España (European International School of Barcelona), Italia (Liceo Scientifico e Linguistico Statale Principe Umberto di Savoia), Portugal (Escola Secundária de Loulé), Finlandia (Ahmon Koulu), Alemania (International School of Dusseldorf) y Turquía (Ankara Ataturk Lisesi).

Durante la pandemia de la Covid-19, se ha aprovechado esta red de escuelas para estudiar con mayor profundidad los efectos sobre los hábitos de salud de los adolescentes europeos de las medidas adoptadas por los diferentes países relacionadas con el confinamiento.

En el momento de realizar la recogida de datos, los países que contaban con medidas restrictivas de confinamiento fueron España, Italia y Portugal; mientras que en países como Alemania, Finlandia y Turquía los adolescentes estaban expuestos a un confinamiento domiciliario puntual o inexistente. 

Estudios previos realizados en la misma red de escuelas con adolescentes de un rango de edad similar habían mostrado que no existían prácticamente diferencias en los estilos de vida. Estas diferencias sí se han hecho evidentes en la etapa de confinamiento.

La edad promedio de los participantes fue de 16,22 años, un 61,1% del género femenino y un 38,9% del masculino. Un 55,4% de los referentes adultos poseían estudios universitarios frente al 44,6% con formación profesional, estudios secundarios, primarios o no tenían estudios. 

El promedio de minutos diarios dedicados a la práctica de actividad física moderada o vigorosa fue mayor entre aquellos adolescentes que no estuvieron expuestos al confinamiento respecto a los que sí lo estuvieron. 

A su vez, en el grupo de adolescentes confinados se observan notables diferencias según el nivel educativo de los padres/madres ya que, entre aquellos cuyos referentes adultos poseen un mayor nivel de estudios, el tiempo diario de actividad física moderada o vigorosa ha sido 22 minutos superior.

Para los estudiantes confinados, el uso de pantallas fue de 59 minutos (prácticamente una hora) más al día entre semana que para el resto. Durante el fin de semana, este tiempo fue de 54 minutos más al día para los primeros. Se excluyeron el uso de pantallas con fines educativos. 

El uso de pantallas entre semana y fin de semana fue mayor entre aquellos adolescentes que estuvieron expuestos al confinamiento y cuyos adultos referentes poseían un menor nivel de estudios. Concretamente, a igualdad de exposición al confinamiento, los adolescentes cuyos referentes adultos tenían menor formación consumieron un promedio de seis minutos más al día entre semana y de 12 durante el fin de semana. 

En cuanto a los hábitos de alimentación, entre los estudiantes en cuarentena, un 40,9% alcanzó un nivel alto de calidad de dieta respecto al 29,1% de los que no lo estuvieron. Además, este porcentaje ascendió hasta un 49% entre los que estuvieron confinados y cuyos padres/madres tenían un mayor nivel de estudios, frente al 31,3% del segundo grupo de análisis.

Con el objetivo de abordar la problemática de la obesidad infantil en nuestro país, agravada tras la reciente crisis sanitaria de la Covid-19 y el confinamiento, la Gasol Foundation y UNICEF  han forjado una alianza.

Con este acuerdo, se inicia una relación a largo plazo con la mirada puesta en promover estilos de vida saludable entre los niños en España para prevenir y reducir las cifras de sobrepeso y obesidad infantil, que hoy afecta al 34,9% de los menores (estudio PASOS 2019), repercutiendo, con mayor gravedad, en las poblaciones en situación de vulnerabilidad socioeconómica.

Cristina Ribes, directora ejecutiva de la Gasol Foundation, señaló que “existen multitud de evidencias que demuestran que los niños en España están creciendo en un entorno obesogénico, que estimula el sedentarismo e incentiva comer alimentos de baja calidad nutricional, que no respeta ni su vulnerabilidad madurativa ni fomenta su desarrollo tanto en el presente como en el futuro”. 

El estudio anual “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” de Naciones Unidas, señala que países de todo el mundo continúan luchando contra múltiples formas de desnutrición, entre ellas el sobrepeso y la obesidad, y que el acceso a alimentos nutritivos sigue siendo un reto para muchas familias a causa del alto coste. Según el informe, en 2019, 38 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso.

Para Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF España, “son datos que nos preocupan enormemente porque son crecientes y no solo afectan a la salud de los niños. Que dos de cada tres niños no se alimentan de forma saludable implica que además de enfrentar riesgos para su salud física, estarán más expuestos a tener un menor rendimiento escolar o sufrir trastornos relacionados con la autoestima durante su infancia y adolescencia”.

Esta situación, además, se ha visto recientemente agravada por la crisis sanitaria de la COVID-19. Los estudios relacionados con las consecuencias del confinamiento muestran incrementos del nivel de sedentarismo y tiempo de pantallas, dificultades para acceder a alimentos saludables, dificultades para dormir las horas de sueño recomendadas y un mayor nivel de estrés en los adultos/as, que habitualmente se transmite a los niños/as. El confinamiento ha supuesto un grave deterioro de los hábitos de salud de los menores, muchos de los cuales han visto perjudicado su bienestar físico y mental.

Ante esta preocupación, UNICEF y la Gasol Foundation han abierto una línea de trabajo conjunta para abordar la problemática de la obesidad infantil en nuestro país. Pau Gasol explicó que “como Defensor Mundial para la Nutrición y el fin de la Obesidad Infantil de UNICEF, y presidente de la Gasol Foundation, me hace especial ilusión anunciar la alianza entre ambas entidades en pro de la salud infantil. Siendo conscientes de la envergadura de la pandemia de la obesidad infantil y las consecuencias del confinamiento en los hábitos de salud de los niños, creemos que es necesario unir fuerzas y actuar de forma urgente con el foco puesto en las poblaciones más vulnerables para garantizar una vida saludable para todos los niños”. 

La alianza entre ambas entidades se concretiza en un plan de trabajo a tres años en el que se identifican tres líneas estratégicas de actuación basadas en los siguientes objetivos:

- Contribuir a la adopción de medidas políticas y legislativas concretas dirigidas a la promoción de estilos de vida saludable y que desincentiven la incorporación de hábitos malsanos.

- Llevar a cabo un completo plan de sensibilización sobre la obesidad infantil con el objetivo de generar una mayor concienciación social sobre las consecuencias y los factores causales de la obesidad en la infancia. Dentro de este plan se incluirán acciones dirigidas tanto a los responsables políticos del Gobierno central y de las comunidades autónomas, como a la sociedad en general, realizando campañas de sensibilización específicas dirigidas a los niños y a las familias y a los agentes clave en la promoción de hábitos saludables en la infancia

- Asegurar el desarrollo de intervenciones preventivas basadas en la mejor y más actualizada evidencia científica a la vez que contribuyen a la innovación y generación de nuevo conocimiento científico que sitúe a España en líder mundial en la promoción de hábitos de vida saludable.