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Estudio de la Universidad de Texas (Austin)
20/01/2020 La obesidad en el embarazo afecta al coeficiente intelectual de los hijos
Según un estudio realizado por la Universidad de Texas (Austin, Estados Unidos), la obesidad en las madres gestantes puede afectar de forma negativa al desarrollo futuro de sus hijos varones. Los investigadores hallaron un retraso en las habilidades motoras en los niños en edad preescolar y un coeficiente intelectual más bajo en los que tenían siete años.
El equipo de la Universidad de Texas (Austin), con la colaboración de investigadores de la Universidad Mailman de Columbia, concluyeron que las diferencias son comparables con el impacto de una exposición al plomo en la niñez temprana. Los expertos estudiaron a 368 madres y sus niños, todos con circunstancias económicas y de barrios parecidos, durante el embarazo y cuando los niños tenían entre tres y siete años. En el primer caso, midieron sus capacidades motoras y encontraron que la obesidad maternal durante el embarazo estaba fuertemente asociada con unas habilidades inferiores en chicos. A los siete, los analizaron de nuevo y hallaron que conseguían cinco puntos menos en las pruebas de coeficiente intelectual, comparados con los chicos cuyas madres habían tenido un peso normal. No se halló ningún efecto semejante en niñas. Según Elizabeth Widen (encargada del grupo investigador), "lo sorprendente es que dichas asociaciones se encontraran tanto al principio de la niñez como a mediados de esta, lo que indica que los efectos persisten con el paso del tiempo". No está del todo claro todavía por qué la obesidad en el embarazo afectará al niño posteriormente, si bien investigaciones anteriores encontraron vínculos entre la dieta de la madre y el desarrollo cognitivo, como por ejemplo, que los chicos obtuvieran un mayor coeficiente intelectual si sus madres habían consumido más ciertos ácidos grasos encontrados en el pescado. Las diferencias dietéticas y de comportamiento podrían ser factores a tener en cuenta, o quizá el desarrollo fetal podría verse afectado por algunos de los síntomas sufridos en las personas con mucho peso extra, como inflamación, estrés metabólico, alteraciones hormonales y grandes cantidades de insulina y glucosa. Los investigadores tuvieron en cuenta varios factores en su análisis, como la raza, la etnia, el estado civil, la educación y el coeficiente intelectual de la madre, así como si los niños nacieron prematuramente o si fueron expuestos a sustancias tóxicas medioambientales, como la contaminación del aire. No se incluyó, en cambio, lo que comían las madres embarazadas o si daban el pecho a sus hijos. El de Texas no es el primer estudio que encuentra que los chicos parecen ser más vulnerables en el útero. Otras investigaciones descubrieron un menor coeficiente intelectual en chicos cuyas madres estaban expuestas al plomo. Dado que en la niñez, este puede predecir en cierta forma el nivel educativo, el estado socioeconómico y el éxito profesional en la edad adulta, se recomienda a las mujeres embarazadas obesas o con sobrepeso, o a una mujer que vaya a quedarse embarazada con obesidad, que consuman una dieta equilibrada que sea rica en frutas y verduras, que tomen vitaminas prenatales, que permanezcan activas y que ingieran suficientes ácidos grasos como los que se hallan en el aceite de pescado. Para acceder al estudio completo (en inglés), pinche aquí. Munideporte.com
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