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Estudio de la Universidad Estatal de Washington
31/05/2019 El ejercicio físico beneficia el desarrollo fetal en madres obesas
Una investigación de la Universidad Estatal de Washington (EE.UU) muestra que el ejercicio en mujeres embarazadas obesas mejora la función placentaria, lo que evita el crecimiento excesivo del feto y favorece el metabolismo de las madres.
Actualmente, más de 1.900 millones de adultos en todo el mundo padecen sobrepeso u obesidad, y se estima que, para 2025, esa cifra aumente a 2.700 millones. Entre otros riesgos para la salud, la obesidad eleva significativamente el riesgo de desarrollar 11 tipos diferentes de cáncer, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas y patologías del hígado graso no alcohólico (1,2). El estudio, publicado en 'The Journal of Physiology', revela una posible explicación de los beneficios del ejercicio materno sobre el desarrollo fetal en las madres obesas: Mejorar la función placentaria, evitando que el feto crezca demasiado y favoreciendo el metabolismo. La placenta realiza intercambios de nutrientes y oxígeno entre la madre y sus fetos, y la función placentaria se ve afectada debido a la obesidad materna, que probablemente altera el suministro de nutrientes y oxígeno al feto. Se sabe que el ejercicio durante el embarazo es beneficioso tanto para la salud materna como para el desarrollo fetal. Esta nueva investigación demostró que el ejercicio mejoró la función de la placenta, pero también el metabolismo de la madre. Es importante destacar que los bebés no nacieron más grandes de lo normal (lo que se asocia frecuentemente con la obesidad y las enfermedades metabólicas en la vida posterior) cuando las madres obesas hacían ejercicio. En este análisis, se dio a hembras de ratones una dieta saludable (10% de energía de la grasa) o una dieta alta en grasas para volverse obesas y luego se aparearon. Cada uno de los grupos maternos se dividió en dos subgrupos: Los que realizaron y no realizaron ejercicio durante la gestación. Los ratones hembra se ejercitaron entre los días 0 a 18,5 de embarazo (el término es de 20,5 días) y se analizaron la función placentaria y los cambios maternos y fetales. Según los autores, estudios adicionales deben centrarse en la identificación de mecanismos que expliquen los efectos beneficiosos del ejercicio sobre el desarrollo placentario de las madres obesas. Los investigadores definirán el posible papel de los químicos secretados durante el ejercicio en el desarrollo de vasos sanguíneos en la placenta, que es fundamental para el suministro de nutrientes y oxígeno a los fetos, así como sus impactos a largo plazo en la salud de la próxima generación. El doctor Min Du, de la Universidad del Estado de Washington y principal autor de la investigación, señala que “comprender cómo podría ayudar el ejercicio materno a prevenir que las crías se vuelvan obesas o desarrollen enfermedades metabólicas nos ayudará a guiar mejor a las madres para que puedan asegurarse de que sus bebés estén lo más sanos posible”. Para acceder al estudio (de pago y en inglés), pinche aquí. Munideporte.com
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