Ejercitarse en el embarazo reduce un 40% los problemas médicos

Los autores analizaron 25.000 artículos en los últimos tres años. Las mujeres físicamente activas disminuyeron el riesgo de sufrir diabetes o la hipertensión inducida por el embarazo, la preeclampsia. Se observó también una disminución del 25% en el riesgo de síntomas depresivos durante el embarazo.

Estas recomendaciones representan un cambio fundamental en la visión del ejercicio durante el embarazo, pasando de ser un comportamiento recomendado a un componente esencial para un período de gestación saludable.

El trabajo concluye que todas las mujeres embarazadas que no tienen restricciones médicas deben ser físicamente activas durante el embarazo.

Stéphanie-May Ruchat, profesora asociada de la Université du Québec à Trois-Rivières y coautora del estudio, explica que no le sorprende que la actividad física esté demostrando ser un vector de buena salud, pero sí el grado de reducción del riesgo: “Es una tasa clínicamente muy interesante”.

La investigadora recomienda dividir las actividades físicas a lo largo de la semana en lugar de completar su cuota en un día. Una actividad física es moderada cuando la futura madre puede hablar, pero está demasiado agitada para cantar. Aunque aconseja la caminata como uno de los mejores ejercicios, invita a las mujeres embarazadas a practicar una amplia variedad de actividades, desde aeróbicas hasta aquellas de resistencia.

Los resultados muestran también que dicha actividad física no aumenta el riesgo de complicaciones del embarazo y subrayan la importancia de consultar a un profesional de la salud antes de realizar un entrenamiento más intenso.

Algunos deportes están contraindicados, como el buceo, las actividades en altura y todos aquellos que presentan riesgos de caídas y contacto. Asimismo, se desaconsejan otros como el fútbol y el boxeo, donde hay rápidos cambios de dirección, porque los músculos durante el embarazo están mucho más relajados debido a las hormonas secretadas. Por lo tanto, las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de lesiones osteoarticulares.

Para acceder al estudio (en inglés), pinche aquí.