La actividad física y el deporte ayudan a integrar a los inmigrantes

La investigación se realizó el último año en Cataluña, Occitania, las Islas Baleares y el Piamonte y estuvo dirigida por Lourdes Rubio. Los resultados concluyen que la práctica de la actividad física y deportiva se asocia a valores positivos como la promoción de la salud y el crecimiento personal.

La Eurorregión Pirineos-Mediterránea facilita, además, un espacio de relación y es vehículo de expresión cultural, facilitando el aprendizaje del nuevo idioma. Así pues, el deporte puede convertirse en un elemento clave para garantizar la cohesión social.

Sin embargo, en el ámbito deportivo también hay obstáculos que pueden impedir la práctica, como el miedo a no sentirse aceptado, las responsabilidades que impiden encontrar espacios temporales de ocio, la existencia de problemas sociales y económicos y la falta de compromiso político con el deporte de base.

El estudio, denominado "Actividad física y deporte entre las personas inmigrantes: la construcción de la decisión", también identifica algunos elementos contradictorios en determinadas modalidades deportivas. Por ejemplo, el fútbol es percibido como una buena oportunidad para generar adhesiones a la práctica de la actividad física y el deporte, pero, por su carga mediática, no siempre consigue transmitir los valores adecuados.

De lo que no cabe duda es que la práctica de actividad física permite ayudar a las personas a relacionarse y crear vínculos afectivos que se pueden desarrollar más allá de las canchas de juego. Es importante que, dada la diversidad cultural actual, los más pequeños se acostumbren a compartir juegos con niños de otras razas o nacionalidades.

Los investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) recomiendan, entre otros, asegurar la disponibilidad de espacios, aprovechar el empuje del fútbol y la coordinación entre los profesionales de la salud, maestros, educadores sociales, políticos y deportistas.