Jueves, 21/11/2024 | |||||||||||||||||||
Andalucia | Aragón | Asturias | Baleares | C. La Mancha | C. y León | Canarias | Cantabria | Cataluña | Ceuta | Extremadura | Galicia | La Rioja | Madrid | Melilla | Murcia | Navarra | País Vasco | Valencia |
Elaborado por la Fundación Española de Nutrición
17/07/2017 El estudio ANIBES señala que los españoles no toman suficiente fibra
El estudio científico ANIBES nos muestra que los adultos españoles no consumen la suficiente fibra. Las personas con sobrepeso u obesidad son los que menos la ingieren. Ha sido elaborado por la Fundación Española de Nutrición.
La revista científica Nutrients publicó recientemente la investigación ‘‘Ingesta y fuentes alimentarias de fibra en España: diferencias con respecto a la prevalencia de exceso de peso y obesidad abdominal en adultos del estudio científico ANIBES”. Este trabajo se centró en la relación entre la cantidad de fibra consumida a lo largo de los diferentes momentos del día, sus fuentes alimentarias y la problemática del exceso de peso corporal y obesidad abdominal, en una muestra representativa de adultos en España, con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años. La media de ingesta de fibra fue de 12,5 ± 5,66 g/día, situándose muy por debajo de la cantidad adecuada, establecida por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que la fijó en 25 g/día. La media fue significativamente mayor en los individuos con normopeso (13,4 g/día), sin obesidad abdominal (13,5 g/día) y en los que no tenían exceso de peso y/u obesidad abdominal (13,5 g/día). Por el contrario, la cantidad de fibra consumida fue menor en personas con sobrepeso (12,3 g/día), obesidad general (11,8 g/día), obesidad abdominal (12,0 g/día) y aquellos con exceso de peso y/u obesidad abdominal (12,2 g/día). Rosa María Ortega, directora del Grupo de Investigación VALORNUT y Catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, explicó que “este estudio muestra un consumo insuficiente de fibra entre la población adulta española, siendo las fuentes principales de fibra los granos y harinas, seguidos de las verduras y hortalizas, frutas y legumbres”, Tanto la comida como la cena fueron los dos momentos del día donde se concentró una mayor proporción de la ingesta de fibra (75,8% en el total de la muestra). Ortega comentó que “destaca el hecho de que la cantidad de fibra que se aporta en el momento del desayuno es muy baja (13,0% en el total de la muestra), donde grupos de alimentos como los cereales y las frutas deberían estar incluidos.” El patrón de consumo de fibra de las diferentes comidas del día varía según el sexo. La investigadora señaló que “la proporción de fibra de desayuno y merienda fue mayor en las mujeres y sólo fue más elevada en hombres en lo que se refiere a la cena. Esto es probablemente debido a las diferencias en la elección de alimentos realizadas por las personas en cada comida del día. Un mayor aporte de fibra en el desayuno o merienda podría ayudar a reducir el apetito y la ingesta de alimentos en las comidas posteriores. Aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra, especialmente en algunas de las comidas diarias podría ayudar a mejorar la salud y el control de peso de la población”. El trabajo destacó que las principales fuentes alimentarias de fibra en el total de la muestra fueron los granos y harinas (39,1%), verduras y hortalizas (24,1%), frutas (16,6%), legumbres (9,2%), precocinados (4,5%), salsas y condimentos (2,1%), aperitivos (1,5%), azúcares y dulces (0,6%), bebidas no alcohólicas (0,4%), leche y productos lácteos (0,3%), y suplementos y sustitutivos de comida (0,1%). Teniendo en cuenta el Índice de Masa Corporal (IMC), la doctora indicó que “los participantes con normopeso tenían una ingesta significativamente mayor de fibra que aquellos con sobrepeso u obesidad, teniendo en cuenta el sexo y ajustando por actividad física. Sin embargo, las diferencias en el consumo de fibra ajustados por la ingesta de energía sólo se observaron en el sexo masculino, donde los hombres con normopeso tenían una ingesta mayor que los que tenían sobrepeso u obesidad”. Ortega añadió que “el porcentaje de fibra proveniente de la merienda fue mayor en los individuos con normopeso que en aquellos con sobrepeso u obesidad, mientras que la fibra de la cena fue mayor en individuos que padecían obesidad en relación con los que tenían sobrepeso. Esta diferencia podría ser debida al hecho de que un mayor contenido de fibra puede favorecer una reducción del apetito, hecho que, a su vez, podría ayudar a tomar menos cantidad de alimentos en las comidas posteriores, en este caso durante la cena, equilibrando así la ingesta energética diaria. Por otro lado, esto también se explicaría teniendo en cuenta que la merienda podría contener una mayor cantidad de fibra al incluir alimentos saludables con un contenido más bajo de energía o grasa”. Cuando los datos se analizaron según la presencia o ausencia de la obesidad abdominal usando la relación de la circunferencia cintura/altura, se encontró que la cantidad de fibra consumida en el total de la muestra fue mayor en aquellas personas sin obesidad abdominal. “De esta manera, se muestra que la ingesta de fibra ajustada por la actividad física puede ayudar a evitar la aparición de la obesidad abdominal”, subrayó Rosa María Ortega. La investigadora concluyó afirmando que “en este sentido, podemos decir que se ha observado una asociación entre la ingesta de fibra y el exceso de peso corporal y la obesidad abdominal en el total de la muestra. Aunque son necesarios más estudios adicionales, es aconsejable aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra con el fin de prevenir enfermedades asociadas con una ingesta insuficiente y para ayudar a lograr un mejor control de peso” Para acceder al estudio (en inglés), pinche aquí. Munideporte.com
Envia a un amigo
|
|