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Investigación de la Escuela de Medicina Keck (EEUU)
16/06/2017 Los niños con exceso de peso tienen menos amigos que el resto
La Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de Carolina elaboró un estudio sobre las consecuencias sociales de la obesidad infantil. Los niños con exceso de peso tienen menos amigos y son excluidos de las actividades físicas.
La investigación fue publicada en la revista científica Plos One. Para su realización incluyó a 714 estudiantes, 210 de los cuales fueron propuestos como amigos, pero no realizaron la encuesta. Ésta reveló que los niños con sobrepeso tienen más amigos no recíprocos y "amigos-enemigos" que sus homólogos más delgados. Estas relaciones negativas tienen un impacto mental, social y físico, advierte Kayla de la Haye, profesora adjunta de Medicina Preventiva en la Escuela de Medicina Keck y autora principal del nuevo estudio: "Nuestro hallazgo es alarmante porque si seguimos teniendo entornos sociales donde la gordura que avergüenza es la norma, estos niños seguirán siendo condenados al ostracismo. Esas interacciones adversas aumentan el riesgo de soledad, depresión, malos hábitos alimenticios y enfermedad". Aunque los niños con sobrepeso, en promedio, enumeran tantas personas en la categoría de amigos como los niños con peso saludable, tenían 1,7 veces más probabilidades de no ser del agrado y 1,2 veces más de no gustar a sus compañeros. Haye explicó que "se ha demostrado que las personas que crónicamente se sienten aisladas, solitarias o socialmente desconectadas experimentan mayor inflamación y reducción de la supresión viral. No estamos seguros si eso está en juego aquí, pero sí se demuestra que las relaciones sociales negativas pueden meterse bajo la piel y afectar a la salud". En todo el mundo, la obesidad infantil aumentó en un 31% en poco más de dos décadas con cerca de 42 millones de niños con sobrepeso u obesidad en 2013, según la Organización Mundial de la Salud. En Estados Unidos, este número se ha más que triplicado desde los años setenta. Alrededor de uno de cada cinco niños en edad escolar son obesos, alrededor del 17% de todos los niños en América, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses. El trabajo se basó en cuestionarios que 504 preadolescentes respondieron en Países Bajos cuando tenían entre diez y 12 años. Los participantes de 28 clases enumeraron a sus mejores amigos y sus enemigos, con un promedio de participación de 26 estudiantes por aula. A los niños se les asignaron categorías de peso en función de su índice de masa corporal. Alrededor del 16% de los participantes tenía sobrepeso. Los niños fueron catalogados como amigos por cinco de sus compañeros de clase y como enemigos por dos. Sin embargo, los niños con sobrepeso eran considerados como amigo por apenas cuatro compañeros de clase y no les gustaban a tres. La autora principal del estudio resumió que "este ambiente social caracterizado por un menor número de amistades y más antipatías es probable que ponga a los jóvenes con sobrepeso en mayor riesgo de desajuste psicosocial. El aislamiento social resultante también puede promover comportamientos no saludables, como la ingesta excesiva de alimentos y la disminución de la participación en actividades deportivas y físicas, lo que puede conducir a un mayor aumento de peso y, por tanto, un ciclo de pobres resultados físicos y sociales". Añadió que "queremos reducir el estigma de tener sobrepeso. Tenemos campañas contra la intimidación basadas en la identidad sexual, raza y etnia. Debemos hacer más para integrar la obesidad en nuestro repertorio contra la intimidación. No podemos consentir que los niños con exceso de peso sean también excluidos de las actividades físicas por su peso, porque nadie quiera jugar con ellos o tenerles en su mismo equipo". El estudio utilizó datos de la Encuesta de Vidas Individuales del Seguimiento de los Adolescentes, una investigación en curso sobre el desarrollo psicológico, social y físico de adolescentes y adultos jóvenes. Los investigadores de USC están trabajando a través de varias disciplinas para mejorar la salud física y mental de los niños, aumentando la salud a través de la vida. Estos expertos han estudiado cómo los azúcares de segunda mano que se encuentran en la leche materna podrían afectar negativamente al futuro peso corporal de un bebé, cómo una conmoción cerebral puede interrumpir el desarrollo normal del cerebro de un niño y cómo los adolescentes de familias militares corren mayor riesgo de depresión y pensamientos suicidas. Para acceder al estudio (en inglés), pinche aquí. Munideporte.com
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