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Estudio del Instituto de Salud Carlos III
25/01/2017 No hacer ejercicio físico aumenta un 71% el riesgo de cáncer de mama
Un estudio del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama señala que no hacer ejercicio aumenta hasta un 71% el riesgo de sufrir cáncer de mama. La actividad física tiene un mayor efecto protector en las mujeres premenopáusicas.
El objetivo de esta investigación, que ha contado con la participación de 23 hospitales españoles, ha sido determinar el impacto del ejercicio físico en el riesgo de cáncer de mama y evaluar en qué medida cumplir las recomendaciones internaciones sobre ejercicio físico se asocia con menos posibilidades de desarrollar la enfermedad. Los resultados han sido publicados en la revista GynecologicOncology. Los autores (expertos del Instituto de Salud Carlos III y miembros del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama) concluyen que, en general, seguir una adecuada actividad física tiene un efecto preventivo sobre la aparición de este tumor en mujeres pre y postmenopáusicas y en todos los subtipos moleculares. Consideran de especial importancia tener en cuenta estos hallazgos en España, dada la incidencia creciente de casos de sobrepeso y obesidad registrados en décadas recientes en nuestro país. La prevalencia de la inactividad física sigue aumentando, alcanzando una tasa del 45% en 2013. Se estima que el 13,8% de los casos de cáncer de mama podrían evitarse si las mujeres inactivas dejaran de serlo. Este trabajo es el más ambicioso realizado nunca antes en España con este objetivo y el primero en tener en cuenta el estatus de HER2, proporcionando información sobre el efecto del ejercicio físico en los distintos subtipos tumorales. Según la doctora Marina Pollán (investigadora principal de este trabajo, investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III y miembro del Grupo de Trabajo de Tratamientos Preventivos Heredofamiliar y Epidemiología de GEICAM), “es importante contextualizar el efecto del ejercicio físico en nuestro medio. De hecho, se ha estimado que la inactividad física está detrás del 10% del cáncer de mama en todo el mundo”. Para llevarlo a cabo, servicios de oncología médica de nueve comunidades autónomas recogieron información entre los años 2006 y 2011de 1.017 pacientes de entre 18 y 70 años con un cáncer de mama de reciente diagnóstico. Por cada una de estas pacientes, el estudio incluyó a otra mujer sana de su misma edad, que viviera en su misma área y con la que no tuviese vínculo familiar alguno. El análisis se efectuó, por tanto, por parejas. La doctora Pollán comentó que, dada la complejidad del cuestionario, solo completaron los cuestionarios necesarios un total de 698 parejas. Las preguntas realizadas a las pacientes indagaban sobre su práctica de ejercicio físico en el tiempo libre, cuántas veces a la semana o durante cuánto tiempo, en el año justamente anterior al diagnóstico. La experta explicó que “a través de estos datos, calculamos las horas de gasto metabólico (MET) a la semana, que es la manera de clasificar la intensidad del ejercicio, que iría del tipo moderado entre los 3 y los 5,9 MET a uno de tipo más enérgico por encima de los 6 MET. Además, el cuestionario incluía otra serie de cuestiones como antecedentes personales, historia ginecológica, obstétrica y ocupacional, tabaquismo o tipo de dieta”. Para determinar si la actividad reportada por estas mujeres cumplía con las recomendaciones internacionales (practicar una actividad moderada durante 150 minutos a la semana) del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer y el Fondo de Investigación Mundial del Cáncer, se elaboró un nuevo indicador traduciendo la recomendación de caminar enérgicamente durante al menos 30 minutos cada día en METs (12,25 MET-h/semana). Teniendo en cuenta este corte, según la doctora Pollán, “en el estudio dividimos a las mujeres entre las que cumplían esta recomendación, las que hacían ejercicio pero no llegaban a cumplir esos 150 minutos y aquellas que no realizaban ningún tipo de ejercicio. Lo que hemos visto es que estas últimas tienen un 71% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama”. El informe muestra que el 45% de los casos de cáncer de mama y el 51% de las parejas cumplen la recomendación internacional sobre actividad física. La autora aseguró que en la mayoría de los estudios de este tipo las mujeres participantes son postmenopáusicas: “En esta investigación, el grupo de mujeres premenopáusicas es prácticamente el 50%, por lo que se ha podido estudiar bien el efecto del ejercicio en ambos grupos de mujeres”. En este sentido, los resultados sugieren que el ejercicio tiene un mayor efecto protector en las mujeres premenopáusicas que en las posmenopáusicas, que necesitan hacer un ejercicio más intenso para obtener el mismo nivel de protección. Concretamente, el exceso de riesgo fue casi el doble entre las premenopáusicas. En el otro lado de la balanza se sitúan las mujeres con menos riesgo, que son aquellas que siempre están activas o han realizado durante toda su vida algún deporte. Por el contrario, las mujeres inactivas durante el año anterior al diagnóstico, independientemente de su actividad en periodos anteriores de su vida, mostraron un incremento mayor del riesgo de cáncer de mama. La investigación de GEICAM sugiere que el efecto beneficioso del ejercicio parece más marcado en mujeres que no han tenido hijos, aunque su práctica es positiva también para las mujeres con hijos. El estudio concluye que el efecto protector de la actividad física, acorde con las recomendaciones internacionales, fue especialmente patente en los subgrupos HER2 positivo y en las que presentan receptores hormonales positivos, mientras que parece menos claro en el caso de las mujeres con un tumor triple negativo, que son las que no sobreexpresan ningún receptor. Este estudio ha sido financiado por la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). En este sentido, Nieves Mijimolle, vicepresidenta de la Fundación Científica AECC, manifestó que “pra la Asociación Española Contra el Cáncer es fundamental la prevención del cáncer por lo que, desde nuestra Fundación Científica estamos financiando proyectos de investigación que nos permitan conocer científicamente como podemos reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad”. En la investigación también han colaborado la Fundación Cerveza y Salud 2005, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el Ministerio de Economía y Competitividad y la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA). Para acceder al estudio (en inglés), pinche aquí. Munideporte.com
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