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Técnica pionera de la Clínica Universidad de Navarra
13/08/2015 Éxito de cirujanos españoles en la aplicación de cirugía sin injertos.
Un equipo de cirujanos ortopédicos de la Clínica Universidad de Navarra han aplicado con notable éxito una nueva cirugía sin injertos, desarrollada en Suiza, de amplia efectividad y ventajas terapéuticas respecto al procedimiento convencional.
Especialistas de la Clínica Universidad de Navarra realizan por primera vez en España la reparación del ligamento cruzado utilizando para ello el propio ligamento lesionado. Hasta el momento, el tratamiento convencional en los casos quirúrgicos sustituye el ligamento cruzado anterior (LCA) desgarrado por un injerto de tejido del propio paciente (como el tendón rotuliano o los tendones de la pata de ganso), u otros obtenidos de donantes (aloinjertos). La nueva técnica desarrollada por un equipo de cirujanos suizos (Zúrich y Berna), especializados en lesiones deportivas, es particularmente adecuada para el tratamiento de pacientes atléticos activos y trabajadores cuya actividad requiere un alto grado de estabilidad y propiocepción (sensación profunda obtenida por los receptores del sistema osteoarticular y muscular). El nuevo procedimiento consiste en conservar el propio ligamento cruzado suturándolo. Hay que tener en cuenta que el ligamento cruzado anterior es fundamental en el control y estabilización de la rodilla. Las lesiones del ligamento cruzado anterior tienen una alta prevalencia, alrededor de tres pacientes por cada 10.000 habitantes y año, en la población general. Este índice crece significativamente en colectivos dedicados a la práctica de deportes de contacto o los que exigen pivotar sobre la rodilla, como por ejemplo, fútbol, baloncesto y esquí. Según un estudio realizado en España en población deportista, se calcula que se realizaron cirugías de reparación de dicho ligamento en cuatro personas de cada 1.000 al año. Hasta el momento, sólo se ha empleado esta técnica en algunos hospitales de Suiza y de Alemania y ahora comienza en España con su aplicación por los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra. La restauración del propio ligamento cruzado anterior ofrece importantes ventajas respecto a las técnicas convencionales. Entre ellas destaca la estabilización mecánica de la rodilla de forma inmediata, según explica el doctor Andrés Valentí, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra, formado en Suiza en esta técnica pionera: “Permitiendo una rehabilitación más temprana, promoviendo la autocuración de la rotura y restaurando la sensibilidad profunda o propiocepción”. Valentí subraya que “no se requiere tomar tendones o injertos del propio paciente a diferencia de la cirugía convencional. Esta circunstancia incide tanto en la reducción de la extensión de la cirugía, como en un mejor control del dolor postoperatorio y en la inexistencia de debilitamiento de los músculos tomados como injerto”. Este conjunto de ventajas proporciona una mayor satisfacción del paciente “ya que, subjetivamente, los pacientes se muestran más satisfechos con el resultado de la cirugía”. Se añaden unos costos socio-económicos menores, pues “la discapacidad laboral después de la sutura ligamentosa dura de media menos tiempo que tras la reconstrucción clásica”. Los pacientes que se someten a cirugía de LCA son por lo general personas jóvenes y con alta demanda laboral o deportiva. En ocasiones vuelven a presentar nuevas lesiones del mismo ligamento intervenido. El nuevo procedimiento permitiría una cirugía de revisión con nuevos tendones propios no utilizados en la primera cirugía. Según indica el doctor Valentí: “el tratamiento se basa en el potencial de curación del propio ligamento cruzado unido a la colocación de un implante que proporciona las condiciones óptimas de estabilidad para la curación biológica de la rotura del ligamento”. Para facilitar la autociatrización del ligamento roto, los muñones (extremos de la lesión) del ligamento cruzado son aproximados mediante suturas. Además, la regeneración del ligamento es promovida por un procedimiento de micro fracturas, “que posibilita que las células madre del hueso cercano se acerquen para acelerar el proceso de curación del ligamento cruzado”, describe el cirujano ortopédico. En el proceso de curación se regenera no sólo el tejido de soporte del ligamento, sino también las fibras nerviosas sensoriales alteradas por el trauma, restaurándose así la inervación del ligamento. Este aspecto ofrece a los pacientes la oportunidad de recuperar la propiocepción (sensibilidad profunda) original del ligamento cruzado anterior y por tanto de la rodilla, “un potencial curativo que ningún otro método de tratamiento actual puede ofrecer. Una condición previa para poder aplicar esta nueva técnica reside en que el ligamento cruzado anterior dañado conserve “la vitalidad y capacidad suficiente” para repararse. Esta circunstancia tiene más posibilidades de que ocurra durante las primeras semanas inmediatamente posteriores a la lesión del ligamento, por lo que se recomienda que la nueva técnica quirúrgica se aplique dentro de las primeras tres semanas desde el evento traumático. Por tanto, informa el especialista, “en principio, las roturas crónicas no son susceptibles de esta técnica quirúrgica. No obstante, este plazo de tiempo que se considera adecuado para la cirugía está siendo intensamente investigado y es posible que en el futuro se consiga la reparación del ligamento en lesiones de más de tres semanas. Si bien, no todas las roturas agudas son susceptibles de esta técnica. Depende de que el remanente ligamentoso sea suficientemente fuerte para realizar la sutura”. Munideporte.com
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