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Estudio de la American Society of Nephrology
10/08/2015 Caminar dos minutos cada hora nos ayuda a prolongar nuestra vida
El Clinical Journal of the American Society of Nephrology ha publicado un estudio que muestra que caminar dos minutos a la hora prolonga la vida. Se demostró que reduce el riesgo de muerte prematura en un 33% de la población general.
Si se tiene un trabajo sedentario, cualquier excusa es válida para levantarse de la silla con frecuencia y caminar un par de minutos. Este "saludable" hábito, según los expertos, ayuda a aumentar la supervivencia, y así lo refuta un nuevo estudio que acaba de publicar en sus páginas la revista "Clinical Journal of the American Society of Nephrology". Dos minutos de movimiento cada hora. Ese parece ser el ingrediente secreto para reducir el riesgo de muerte prematura en un 33% en la población general; ocho puntos (41%) más en en pacientes con enfermedad renal crónica. Un grupo de científicos de la Universidad de Utah observaron durante prácticamente tres años a un total de 3.626 participantes. De estos, 383 tenían enfermedad renal crónica. Se sabe que el sedentarismo está relacionado con un incremento de mortalidad en la población general. Srinivasan Beddhu, principal autor de este trabajo, puntualiza: "Supone un importante factor de riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, cardiovasculares...". Sin embargo, agrega, "se desconoce si la introducción de actividades de baja intensidad en este estilo de vida confiere algún beneficio o compensa de alguna manera". Cuando se habla de ejercicio, relata el artículo, generalmente se piensa en intensidad media y alta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los niños entre cinco y 17 años al menos 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa a diario y a los adultos, unos 150 minutos de actividad aeróbica de moderada a vigorosa a la semana o 75 minutos intensos. Todo con el objetivo de mejorar el estado muscular y cardiorespiratorio, los huesos y para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles. Según la OMS, al menos un 60% de la población mundial no realiza actividad física y, dada su repercusión en la salud general de la población en el mundo, "se necesitan con urgencia medidas de salud pública eficaces para mejorar la actividad física de todas las poblaciones". Desde 1950 ha aumentado sustancialmente el tiempo que se dedica a actividades sedentarias como ver la televisión y trasladarse en medios de transporte pasivos. Existe un consenso internacional sobre la necesidad de reducir el sedentarismo, pero poco se ha analizado sobre la posibilidad de compensar este estilo de vida con actividad de intensidad baja, tales como caminar unos metros. De ahí, el interés de este análisis. A través de una encuesta sobre salud y nutrición realizada en EEUU entre 2003 y 2004, Beddhu y sus colegas examinaron la importancia relativa de las actividades de baja intensidad en la población general y en pacientes con enfermedades crónicas del riñón. "Teníamos la esperanza de entender si la mezcla entre una menor duración de las actividades sedentarias con una mayor duración de las actividades de baja intensidad se asocia con beneficios de supervivencia". Utilizando técnicas estadísticas específicas, los investigadores observaron que simplemente con actividad de baja intensidad no se compensan los efectos que pueda producir el sedentarismo. Sin embargo, si esta actividad se realiza durante dos minutos cada hora, el riesgo de muerte prematura se reduce en un 33% en la población general y en un 41% entre los pacientes con enfermedad renal crónica, "que son aún más sedentarios". Si los primeros dedicaban más o menos la mitad de su tiempo a actividades sedentarias, los afectados por problemas renales, casi dos terceras partes del día. Los resultados de este estudio están en consonancia con otro trabajo publicado en otra revista científica, "American Journal of Clinical Nutrition". Este estudio animaba a la comunidad médica a prescribir, tanto a personas sanas como a aquellas con riesgo cardiovascular, la interrupción regular de periodos sedentarios mediante breves periodos de actividad física. Demostraban que dos minutos de movimiento físico cada media hora tenía un efecto positivo en la glucemia e insulina de las personas sanas. A tenor del último estudio, parece que los dos minutos de movimiento pueden ser cada hora. Dados los resultados, los expertos creen que el patrón según el cual se acumula el total de tiempo sedentario puede atenuar parcialmente los efectos negativos de dicho comportamiento. Munideporte.com
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