La práctica de actividad física es un hábito clave para dejar de fumar

Según la Sociedad Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, la práctica de actividad física es un hábito clave para dejar de fumar. Los expertos indican que dedicarle tiempo a cualquier disciplina reduce el consumo de cigarrillos. Esto es debido a la producción de endorfinas, que estimulan el bienestar en el cerebro y frenan la ansiedad.

Dejar de fumar es una meta que muchos se proponen pero pocos cumplen. La mayoría de las personas recurren al uso de parches, chicles, aerosoles, inhaladores y hasta hipnosis, sin saber que existe una forma más efectiva, sin efectos adversos, más económica y con mayores beneficios para su salud: La actividad física.

El ejercicio se impone hoy como una de las mejores estrategias para abandonar el hábito del tabaco. Se ha demostrado que el fumador que se ejercita regularmente, va reduciendo gradualmente el número de cigarrillos y abandonando el hábito poco a poco.

Horacio Giraldo, expresidente de la Sociedad Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, ha señalado que esto es así “porque al dedicarle tiempo a cualquier disciplina y establecerla como rutina, necesariamente queda menos tiempo para fumar”. Asimismo, está comprobado que la actividad física produce endorfinas, estimulando el centro de placer en el cerebro y disminuyendo el deseo de fumar. Además, disminuye la depresión y mejora el patrón de sueño, dos factores que usualmente se alteran en los fumadores.

Otro beneficio adicional es que, generalmente, quien comienza a hacer ejercicio termina por modificar su estilo de vida, introduciendo hábitos de alimentación saludable. Augusto Rodríguez, neumólogo de la Sociedad Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, afirma que “se reduce el impacto de casi todas las enfermedades crónicas, entre ellas la obesidad que con frecuencia acompaña al abandono del tabaquismo”.

No existe una disciplina única para los fumadores. Cualquiera es provechosa, puesto que, aclara Rodríguez, “reduce el riesgo de padecer depresión, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y cáncer de mama o colon”. Sin embargo, Giraldo recomienda que “se elija una actividad con la que se disfrute y que se practique en zonas donde no esté permitido fumar, así habrá menos posibilidades de encender un cigarrillo”.

En cuanto al tiempo de cada sesión lo ideal es que sean 45 minutos o al menos 20. Rodríguez argumenta que “si se hace ejercicio aeróbico por 120 minutos semanales (en tres sesiones) de manera regular se obtiene un gran impacto en calidad de vida y longevidad”.

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