Mantener hábitos sedentarios aumenta el riesgo de padecer discapacidad en el futuro, aunque se realice ejercicio físico moderado. Ésta es la conclusión de un estudio de la Universidad Northwestern. Munideporte le ofrece el informe.
Según este estudio, ejercitarse 150 minutos a la semana (mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud) puede que no sea suficiente para evitar la discapacidad si se mantienen también hábitos de vida sedentarios, sobre todo en las personas de edad más avanzada.
Este trabajo, realizado por la Universidad de Northwestern, en colaboración con Harvard, Rush y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, indica que el sedentarismo por sí solo puede acarrear diversos problemas físicos, sin importar el tiempo dedicado a un ejercicio específico, aunque sea moderado o vigoroso. De hecho, por cada hora de comportamiento sedentario, el riesgo de que las personas mayores de 60 años sean cada vez menos capaces de realizar actividades básicas (moverse dentro de casa, vestirse o alimentarse por sí solas) es un 46% mayor que el de aquellas que son más dinámicas en su vida diaria.
Bajo el título “Sedentary Time in U.S. Older Adults Associated With disability in Activities of Daily Living Independent of Physical Activity”, la investigación se basó en la información recabada por las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición entre 2003 y 2005, que incluían los datos de 2.286 sujetos de 60 años o más. En la muestra se apreció una media de nueve horas de conductas sedentarias a lo largo del día. De todos ellos, el 12% no sufría ninguna enfermedad crónica, el 3,6% se declaró incapacitado para realizar sus actividades cotidianas, 52% padecía artritis, 58% hipertensión y 30% obesidad.
Según los autores, “una vida sedentaria se asocia con padecimientos como la diabetes y la enfermedad cardiovascular, así como con la muerte prematura”. Recientes estudios aseguran que 5,3 millones de muertes al año están directamente relacionadas con la falta de actividad física. El problema, advierten, es que “la mayoría de las personas creen que ejercitarse 30 minutos diarios es suficiente para conservar la salud, cuando en realidad ni siquiera periodos más largos de ejercicio moderado, e incluso vigoroso, bastarían para contrarrestar los efectos negativos del sedentarismo”.
Para los expertos, una forma de mitigar el daño consiste en interrumpir varias veces esta conducta sedentaria y moverse con frecuencia. El estudio enfatiza la necesidad de que las personas pasen menos tiempo sentadas, independientemente de que se ejerciten regularmente. Sin dejar de lado los beneficios de alguna actividad física en concreto, “la reducción de hábitos sedentarios puede ser una meta más realista que la práctica de ejercicio moderado o vigoroso entre adultos de 60 años o más, especialmente si sufren algún dolor crónico o incapacidades preexistentes”. Una de las investigadoras, Pamela Semanik, explica que “la clave radica en levantarse y moverse lo más posible, incluso cuando se está frente a un ordenador o se está sentado viendo la televisión”.
El estudio (en inglés) se encuentra en la sección Documentación / Estudios e Informes / Salud y Deporte.
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