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Investigación de la Universidad de Salamanca
17/09/2013 Realizar ejercicio físico reduce la presión arterial durante la noche
Un estudio realizado por la Universidad de Salamanca revela que practicar ejercicio físico contribuye al descenso de la presión arterial en horas nocturnas. Este hecho propicia que se reduzca el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Las conclusiones también indican que, cuanto más vigorosa sea la actividad, mayor reducción hay.
En esta investigación han participado 1.345 pacientes de Salamanca, Valladolid, Barcelona, Cuenca, Bilbao y Zaragoza, con edades comprendidas entre los 20 y los 80 años y sin patologías cardiovasculares previas. El objetivo de este estudio fue conocer la relación entre la actividad física y el patrón circadiano de la presión arterial. El profesor Luis García Ortiz (Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca) explicó que la presión arterial "no es siempre igual durante el día, tiene cierta variabilidad y lo habitual es que por la noche disminuya. Esta reducción nocturna es un factor protector frente a problemas cardiovasculares, pero existe un alto porcentaje de pacientes a quienes no les baja y por ello sufren un riesgo mayor”. Durante la elaboración de este estudio, la actividad física se evaluó de dos formas. Por una parte, se les preguntó a los pacientes cuánto ejercicio habían hecho la semana anterior mediante un cuestionario estructurado y validado. La segunda parte fue más empírica. Consistió en colocar un acelerómetro durante una semana en el cinturón del paciente. De esta manera, se podía medir la cantidad de ejercicio físico que realizaba. Además, la intensidad se dividió en tres categorías: Baja, moderada y alta. Esta clasificación fue muy significativa, puesto que los resultados indicaron que los individuos que realizaron una actividad física más vigorosa se comportaron mejor. Es decir, a mayor cantidad de ejercicio, más baja la presión arterial durante la noche. Sobre este hecho, García Ortiz señaló que “estos sujetos tienen un 50% más de probabilidades de que su patrón circadiano sea el adecuado con respecto a los que no realizan actividad física. Éste tiende a descender más en los sujetos que hacen más ejercicio físico, sobre todo en la actividad moderada e intensa, ya que en la actividad ligera no hay gran diferencia". Munideporte.com
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