El aumento de la hipertensión en edades tempranas puede ser consecuencia del incremento de la obesidad y el sobrepeso en los menores. Ésta es una de las principales conclusiones extraídas de un estudio elaborado por la Universidad Complutense de Madrid. Se analizaron a 1.511 niños de entre seis y 16 años. Munideporte le ofrece el informe.
En este estudio transversal se midió el peso, la talla, el perímetro de la cintura, los pliegues adiposos y la presión arterial. Se establecieron categorías nutricionales a partir del índice de masa corporal, de cintura-talla y el porcentaje de grasa. Las conclusiones destacan que el sobrepeso y la obesidad aumentan la probabilidad de tener presión elevada, aunque el riesgo varía en función de la cantidad y la localización del tejido adiposo. Los indicadores antropométricos de adiposidad relativa y distribución de la grasa son especialmente útiles para identificar a los jóvenes con presión arterial elevada.
La investigación se realizó en 692 niños y 819 niñas de entre seis y 16 años. Los datos se recopilaron entre 2004 y 2008 en 12 centros escolares de Madrid capital, con un alumnado de características socioeconómicas de nivel medio. La prevalencia de presión arterial elevada fue del 3,17% en los niños y del 3,05% en las niñas. Aquellos escolares con sobrepeso u obesidad presentaron un riesgo significativamente superior a los clasificados dentro de un peso normal.
La hipertensión arterial (HTA) es el componente más común del síndrome metabólico y una reciente revisión destaca su relevancia en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Aunque los estudios sobre la prevalencia de presión arterial elevada en población pediátrica son relativamente escasos, ciertos artículos permiten conocer su evolución.
En opinión de varios expertos, el avance de la HTA en edad temprana es atribuible al paralelo incremento de la obesidad. Diferentes investigaciones en Estados Unidos y otros países geográfica y étnicamente distantes apoyan esta idea. Por otra parte, los resultados de estudios epidemiológicos con seguimiento a medio o largo plazo corroboran que la HTA precoz es determinante para la evolución negativa de las enfermedades cardiovasculares en el adulto. De tal evidencia se desprende la importancia de detectar la HTA infantil antes de que sus complicaciones ocasionen problemas de salud en etapas posteriores de la vida.
Por ello, los expertos recomiendan que los menores adquieran hábitos de vida saludable y activa desde sus primeros años de vida para evitar desarrollar enfermedades cardiovasculares en su etapa adulta. La Organización Mundial de la Salud recomienda para este grupo de edad analizado 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa, en su mayor parte, aeróbica. Recomienda incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.
Esta investigación ha sido realizada por el Grupo de Epidemiología Nutricional (EPINUT) de la Universidad Complutense de Madrid. Junto a él, han colaborado la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), la Universidad Autónoma de Madrid y la Clínica de Medicina Deportiva y Fisioterapia (DeporClinic).
Para acceder al informe hay que pertenecer al Club de los Téncicos cuyo registro es gratuito. El documento se encuentra en la sección Documentación / Estudios e Informes / Los niños y el deporte.
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