Las malas artes en el fútbol

Los técnicos o entrenadores de fútbol deberían empezar a corregir las málas palabras y los gestos inadecuados que, muchas veces inconscientemente, transmiten mensajes de violencia a sus jugadores. Hay muchas expresiones que deberían ser desterradas de los entrenamientos o de los partidos. ¿A quién le corresponde reprimir estas frases?

Ejemplos de ello son “no tienen huevos”, “estos jugadores tienen que jugar con el cuchillo entre los dientes”, “hay que ganar por lo civil o por lo criminal” o “les vamos a machacar”. Comentarios que generan en los jugadores unos impulsos de violencia absolutamente impropios en algo tan sano como el deporte.

También los gestos de los entrenadores durante los partidos. Muchas veces crean un ambiente en la semana anterior al partido o arengan a la afición o a sus jugadores durante el encuentro que provoca que las aficiones  y los propios futbolistas se vean envueltos en una espiral de violencia poco adecuada para el fair play.

Estas formas de hablar influyen en el ánimo de los futbolistas, que se ponen en guardia, entendiendo que, si no actúan según lo que oyen, no agradarán al club. Por ello, suelen hacer entradas duras, con riesgo de lesionarse o de lesionar al compañero adversario, y exponiéndose a que el árbitro vea la acción y la sancione.

¿A quién le corresponde reprimir estas frases?

Creo que tanto las autoridades deportivas, los comités antiviolencia, los propios deportistas, deberían intervenir para frenar estos episodios de agresividad en el deporte. Cambiar esas expresiones tan duras por otras más suaves, evitaría muchos de los problemas que se viven en los terrenos de juego.

Aún nos queda mucho que aprender del Rugby…

Luis López Nombela, entrenador nacional de Fútbol y colaborador de Radio Marca