Estudian si una App puede ayudar a pacientes obesos a perder peso

La herramienta que utiliza el estudio, bautizado como Evident III, se configura con los datos de cada usuario: sexo, edad, peso, altura... De esta manera, permite controlar diariamente la alimentación y la actividad física realizada. Integra la información recogida y ofrece recomendaciones personalizadas según las características de cada usuario y los objetivos planteados.

En el ensayo clínico que se está llevando a cabo participan más de 700 personas de entre 20 y 65 años con sobrepeso u obesidad moderada (índice de masa corporal mayor o igual a 27,5 y menor de 40), consideradas sedentarias según el cuestionario breve de actividad física (no realizan ejercicio físico intenso al menos tres veces por semana) y procedentes de centros de atención primaria de Salamanca, Valladolid, Cuenca, Zaragoza y Palma de Mallorca. 

Se han excluido, además, a personas con dificultades para el uso de las nuevas tecnologías, a aquellas que tienen dietas especiales, que no puedan seguir una dieta hipocalórica o que no puedan realizar actividad física por distintas causas.

Cada usuario introduce diariamente los alimentos o platos que ha consumido del menú que le ofrece la aplicación. Por otro lado, la pulsera inteligente registra la información sobre la actividad física realizada, como los pasos dados, las calorías quemadas o la frecuencia cardíaca. La aplicación procesa esa información y envía notificaciones al usuario con información sobre su evolución y recomendaciones personalizadas.

Luis García Ortiz (investigador de la Red de Investigación en Actividades Preventivas y Promoción de la Salud) ha explicado que “Evident tratará de equilibrar las calorías que se consumen y las que se queman, para ayudar a la pérdida de peso y a estimular hábitos de vida saludables como evitar el sedentarismo. Por ejemplo, si llevas mucho tiempo parado, te avisará de que debes andar".

Los participantes acudieron a una primera visita en la que se les evaluó las variables que incluye el estudio y les dieron unas pequeñas pautas y consejos sobre estilos de vida, tanto de nutrición como de actividad física. 

En cada ciudad se ha formado un grupo de control y otro de intervención, asignados de manera aleatoria. A los participantes del grupo de intervención se les ha entregado un smartphone con la aplicación y una smartband, que utilizarán durante tres meses. El grupo control no recibirá ninguna intervención adicional. A la hora de entregar los dispositivos, se configuró la aplicación con los datos del paciente y se les enseñó a usarla. Pasada una semana se convocó una nueva reunión para confirmar que se usaba y resolver dudas.

Gracía Ortíz explicó que “el estudio se puso en marcha en enero de 2018 e inició su fase operativa en marzo. Estamos todavía en fase de intervención y seguimos seleccionando participantes, el reclutamiento finalizará en verano y tendremos resultados parciales en 2019 y finales en 2020". 

Pasados tres meses se cogerán los dispositivos para analizar la información recabada y realizar una evaluación de las variables incluidas, comparándolas con el grupo de control. A los 12 meses, se hará una nueva evaluación para comprobar los efectos a largo plazo. 

García Ortíz concluyó que “una vez finalizado el estudio, si se demuestra su efectividad, la aplicación se podrá poner a disposición de los usuarios de forma gratuita y se podrá prescribir en las consultas de Atención Primaria como herramienta de apoyo a la pérdida de peso”.

Para acceder al protocolo del estudio (en inglés), pinche aquí.