Acceso Club
Sábado,
30/03/2024
Andalucia Aragón Asturias Baleares C. La Mancha C. y León Canarias Cantabria Cataluña Ceuta Extremadura Galicia La Rioja Madrid Melilla Murcia Navarra País Vasco Valencia
Escuela de Medicina de la Universidad de Exeter (UK)

20/11/2017

Inactividad física y sueño inquieto aumentan el riesgo de obesidad

Inactividad física y sueño inquieto aumentan el riesgo de obesidad Una investigación realizada por la Universidad de Exeter (Reino Unido) indica que la inactividad física y el sueño inquieto aumentan el riesgo de sufrir obesidad. Fue presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Genética Humana.

Andrew Wood fue el encargado de presentar el trabajo, realizado junto al profesor Timothy Frayling y sus compañeros de la Escuela de Medicina de la Universidad de Exeter. Estudiaron la genética del índice de masa corporal (IMC) y la diabetes tipo 2, con el objetivo de averiguar si los genes relacionados con la obesidad y el nivel de actividad tienen un efecto interactivo sobre el riesgo de obesidad, así como si existe un doble efecto de estar en riesgo genético y ser físicamente inactivo, más allá del efecto aditivo de estos factores”.

El trabajo revela la evidencia más sólida hasta la fecha de una interacción de la actividad genética modesta. Para una persona de estatura promedio con diez variantes genéticas asociadas a la obesidad, ese riesgo genético representó un aumento de peso de 3,6 kilogramos entre aquellos que estaban menos activos físicamente, pero solo de 2,8 kilogramos entre los que estaban más activos. Es decir, la inactividad física conduce a una aumento de los factores de riesgo de desarrollar obesidad.

Los resultados fueron similares en los análisis de patrones de sueño. Entre los participantes con algún riesgo genético de obesidad, los que se despertaban con frecuencia o dormían de manera más inquieta tenían un IMC más alto que aquellos que dormían de manera más eficiente.

Los investigadores están actualmente examinando si esta interacción entre la genética y la actividad física difiere entre hombres y mujeres, además de evaluar los efectos de los patrones de actividad. Frayling señaló que “esperamos que estos hallazgos aporten información a los médicos que ayudan a las personas a perder o mantener su peso y contribuyan a comprender que la obesidad es compleja y que su prevención puede parecer diferente para personas distintas. En última instancia, con más investigación, podemos tener la dimensión para personalizar las intervenciones de obesidad”.

El profesor Frayling explicó que “en el pasado, ha sido difícil medir las interacciones entre los factores de riesgo genéticos y los aspectos del medio ambiente y el estilo de vida de una manera sistemática. Hasta hace poco, la actividad física y los patrones de sueño no podían medirse con tanta precisión como las variantes genéticas y confiamos en los diarios o la auto- información, que pueden ser muy subjetivos”.

En contraste, esta nueva investigación utiliza los datos del acelerómetro de muñeca, que son más objetivos y cuantificables, y un gran conjunto de datos genéticos de aproximadamente 85.000 participantes en el biobanco de Reino Unido de entre 40 a 70 años. Los investigadores calcularon una puntuación de riesgo genético para cada participante basándose en 76 variantes comunes que se sabe que están relacionadas con un riesgo elevado de obesidad y analizaron esta puntuación en el contexto de los datos del acelerómetro y el IMC de los participantes.

Munideporte.com

 
Comentarios
No existen comentarios aún para esta noticia.
Envia a un amigo
De
Para (Email)
Dedicatoria
   
Deportistas Nº 101

Munideporte.com | Copyright 2011: Equipo de Gestin Cultural, S.A. Todos los derechos reservados
HSNET , patrocinador tecnolgico de Munideporte